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78

J\B

RIL

hay quien no tenga env-idia al que ve mas elevado . ,

y

que no haga esfue!·zos para subir tanto con1o

él.

La misma

obscuridad del nadtniento , la misn1a medianía de fortuna

irrita la atubicion , en vez de n1oderarla. Aunque los si–

glos no ofrezcan 1nas qQe un solo exemplo en cada clase

de prosperidades no esperadas ; ' no hay pobre oficial qne

no se imagine con tanta destreza ; no hay hombre .de

negocios qne no se suponga con tanto genio .; no hay

Soldado infeliz que no espere hacer tan gran fortuna c<;m1o

el otro,. que ascendió

a

ella sin n1as caudal , ni n1ayores

fondos.

¡V

álgan1e Dios!

~quándo

ha de llegar el caso . de

qu~

inspiren en nosotros la misiua noble ambician los

exemplos de los Santos de nuestra propria edad ,

y

de

11

1

Jestro 1nisn1o

estado~

Lees con freqüencia las vidas de

los Santos :bien ;

ay

qué fruto sacas

der

ta~1

importante 1ec–

cion~

Comienza desde hoy

á

procurar. que sea ménos

in–

útil 'para

tí.

Entre esos grandes n1odelos hallads pocos,

en quienes no encuentres algunas virtudes proporcionadas

á

tu estado , fáciles á ·

tu

imitacion. Quando leas sus

vi–

das , no t e dexes llevar n1ucho de aquellos dones singula–

res , de aquellas aedo 1es extraot!dinarias,

y

nuravillosas,

que arrebiltan , q tre embeles·an , que suspenden : pára prin–

cipalmente la consideracion en aquellos grandes exemplos

de paciencia , de tuodestia , de n1ortificacion ,

y

de

humil–

dad. Observa en unos aquella dulzura , aquella apacibili–

dad inalterable , que te es tan necesaria : aprende

de

otros aquella exactitud , aquella fidelidad en las cosas tuas

pequeñas , de que tienes tanta necesidad;

y

te

á

mis1no,

haciendo reflex'lon sobre lo que acabas de leer:

Et

tu non

poteris

quod

isti,

&

iste~

¿Y

qué?

~no

podré yo, con

la

di–

vina gracia , lo que pudiéron tantos Santos,

y

Santas n1as

jóveqes, n1as tiernas , nus delicadas

~

Et

tu non

poteris~

¿Por

qué

no podré yo tener tanta fortaleza ,

y

tanto va–

lor , tanta resolucion ,

y

tanta perseverancia , tanto zelo

y

tanta virtud? Nunca leas las vidas de

los

Santos sin

ha–

certe esta saludable reconvencion.

2

En 111ateria de devocion

:J

y

de

enn~ienda

de

cos-

-tumbres son poco eficaces los propósitos vagos ,

y

gene–

ra-