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A
l
V.
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podria pervertir
á
inuchos si Lograba vencer·
á
idoro en
disputa pública -: atreviósi
á
propbnerle esté rnedio con
la
·condicion de que.
le ·
presenciasen Jueces , qne pronuncia–
sen la sentencia
di~tu
cC>ntra
el
vencido : c6noéiendo
el
Santo
la
títilid~J
qtte resultaría
a
la
-l~lesia
de admitit
el
partido, conct1rriéron en el dia señalado ; pero al oir
el
Herege aquel Celestial Oráculo,, f}L1e
á:
lllanera de un tor.–
tente vertía una erudicion copio
fsima í, .
y
profunda, no
pndiet1do tesistir al espíritu,
y
sabidLUia -con qne hablaba,
sin espe.rar
á
que decidiesen los Jueces, se confesó pública–
n1ente
vencido~
y lo que es ntas re.conocido ,
y
converti–
do
á
h
Fe Carbólica.
En
d
Condlio Toletano
IV
uno de los 111as célebres
de la Nadon, a·l q 1e asistiéron sesenta
y
nueve _Ob_ispos, fué
donde
n1as
brilló
el
zelo,
·y
e111inente sabiduría ·de este in–
compatable Prdado ·: en él dió reglas de fe
á
todos los
Sacerdotes de
b
Iglesia de Jesn-Christo; institUyó leyes
para 'los Reyes , Príncioes;
comp~1so
todos los oficios,
y
grados de Las OtHenes
;l
m.ostró
á
los Cilldadanos los sa–
grados Derechos, . an nció
a
todos .los Pueblos
la
l)isd–
plina de la Religien hdstiana;
y
mereciendo
el
ho·not de
qne le encargase todo
el
Concilio
b
refotm.a de los Oficios
Ecles'iásdcos que co11 algtJna Variedad se celebraban en Es...
paña,
lo
hizo ·co11 tanto acierto , que por él se llamáron
despues 'Gótico lsidorianós.
Quánta fhese
sü·
sabiduría,
se
puede ·conocer por las
admil·ahles 'obras
·que
col'n puso ., referidas por
5'.1
discí–
pato San Brautio ., ·como son los dos libros de Dife–
rencias, 'en los que adara con stHileza las cosas que
por el uso se profieren con confusion :
e1
de los Pro e–
mios ; donde con breve anotadon distingtle . ]o qne ton–
tiene cada libro de · la Santa
Escritura~
el
del nadfnien..
to ,
y
muerte de los Pad1 es, en
el
que refiere coh breve..
dad sus hechos , muerte,
y
sepuhura ·: los dos libros de
oficios Eclesiisticos, que didgió
á
su Hermano Fulgen–
do : los dos de los Sinót'\ún)oS., dor'lde exhorta al alma ,
y
la alienta
á
la esperanza de
la
vida eterna : el de la natu..
raleza de las cosas al Rey Sisebuto , en el qual trató va-
lz
ríos