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A B RILe
J
A C U L ATO R I A S.
Dadme , Senor ,
a
gustar aquella alegría , que es prenda
de la paz con vos.
(a)
Sí , Señor ,
á
proporcion de las ·
n1ortifi~aciones
con que
he 1nacerado
á
mi cuerpo , son los consueLs con que
haveis regalado á mi alma.
(b)
PRO PO S 1 TOS.
1.
L1
penitencia solo es amarga en la idéa de los
que jan1as gustáron los frutos de ella. ¡Cosa extrana! todo
3SUSta
a
los sentidos , quando se ofrece hacer alguna mor–
tificacion por a.mor de Dios ; y estos mismos sentidos se
conservan muy serenos sien1pre que el mundo, la pasion,
ó
el interes los presenta el proprio objeto. Haz hoy alguna
reflexion sobre
los trabajos que has padecido ,
so~re
las
n1ortificaciones q e has tolerado , sobre lo que has tenido
que · sufrir por el nllmdo, por tus a111igos , por satisfacer
una pasion ,
or algun interes ,
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por alguna condescen–
dencia :
y
compara estas penitencias . inútiles y amargas con
la que has hecho por tus pecados. ¡Qué de ignaldad! Con–
tentarhse Dios con que huvieses hecho por su amor
luucho ménos de lo que has hecho por el mundo : ¡y qué
c;onsuelo sería ahora el tuyo , si huvieras padecido
~lgo
por amor de Dios! ¡Qué alegría , qué satisfaccion se siente
ttn la Pascua , quando se pasó la Quaresma en exercicios
de penitencia!•
Y
quando tú misn:10 has padecido algo por
n1otivo de religion,
~qué
gozo es el
tuyo~
Si no lo has
experimentado hasta ahora , haz luego la experiencia. Re–
suélvete
á
mortificarte hoy con espíritu de verdadera pe–
nitencia ; y
á
la noche gustarás
el
dulce consuelo que te
producirán tus n1ortiticaciones.
Pe-
(a)
Redde mihi Domine l.etitiam salutaris tui.
Psalm. 50.
(b)
Secundum multitudinem dolorum meorum in
coráe meo> consolatio–
~s
tute
l~tificaverunt
11nima111
meP.m,
P~alw,
93·