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500

- A

n

R I

L.

lagros. Conociendo bien

los hereges

que este nuevo

Apóstol no pararia hasta .extenn_inarlos, recurriéron alar–

tificio , y

juntán

dolos el que era como Xefe, ó cabeza de

ellos , los

hab.ló

de

~sta

rnanera. (( Ya veis que el crédito

''que

este

Frayle

ha sabido grangearse de ,este Pueblo igual–

" 1nente. ciego que

insensat~

por n1edio de

su~

falsos mi–

" lagros ., va á ser 1a ruina total de nuestra secta .: no hay

"que perder tiempo , el tnal insta, el ren1edio debe ser

, pronto, y veis aquí

~1

expediente que n)e ha ocurrido.

"

Yo

n1e hallo sano.,

y

bueno cotno 1ne veis : fingiréme

"enferm.o ., tnezclarétne entre los .demas) quando pase ese

"e1nbust~ro

cotnenzaré ·á clan1ar con1o ellos que ..1ne sa–

" ne : él entónces me pon-drá .sin duda la n1ano sobre la

"cabeza ., hará la señal de la .cruz'

.Y

dirá que ya estoy

"sano. Y

ó

descubriré el en1beleco ,

y

haré visible al

,Pu.e–

" blo el ·e1nbuste de su Predicador..

Aplaudiéron todos el .artificio.,

y

luego se puso ·por

obra; pero con gran confusion del partido, presentóse el

Herege delante del Santo ,

y

éste le dixo .:

Si estas m¡¡,/o,

ruego _á Jesu-Cbristo .qtte .te ponga

b~t~no;

pero si estás bue–

no,

y

pretendes engañarnos, pido .al .mismo Señor .que .te pon–

ga malo, para que escarmientes,

J'

el .Ptteblo .le glorijique;

Al instante cayó desmayado aquel infeliz.,

y

se apoderó de

él una calentura tan ardiente,

y

tan maligna, .que se cre–

yó no podria llegar vivo á la noche. Viéndose

~n

.este es..

tado , .él misn1o

~comenzó

publicar á voces su artificio;

·pide al .Santo .9ue se

con1p~dezca

de él, abjura pública–

D1ente la hereg1a,

y

:recobro la ·salud

.del

.ahna,

y

1

1a del

cuerpo.

No es fácil refedr todas 'las maravíllas que obró el Se–

ñor por su siervo para confundir

á

los Hereges. Muchas

veces se viéron quedar 1nudos 1os Doctores de la secta en

presencia de nuestro Santo: ·viéronse desvanecer los enre–

.d<:>s ,

y

n1arañas del detnonio con la fuerza de sus oracio–

nes;

y

por mas ·que el infierno br.an1aba contra Fray Pe–

.dro de Verona, que así le llamaban los Hereges , él con–

fundia

á

estos ,

y

triunfaba de aquel.

Anin1ada su Fe con el encendido runor que tenia

á

Je-