![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0051.jpg)
DIA
111.
J
7
ña,
y
la ninguna habiHdad de aquellos, la tnalignidad , el
perverso corazon de algunos falsos amigos , te ofrecerán
mil
ocasiones cada dia de hacer al Señor estos pequeños
sacrificios. Tercera: Dite muchas veces
á
tí
~11ismo
lo
que
se decía San Bernardo :
Adoro
á
un Dios humillado por mÍ
ha1ta
la
muerte
,
y
muerte
de
Cruz;
y yo
no he de ser hu–
milde
J
D 1 A T E R C E R O.
S anta Maria Egypciaca la Penitente.
Et
año de
4-21.
imperando Theodosio el menor, su–
cedió la preciosa muerte de Santa María Egypciaca, cu–
ya
penitehcia ,
y
demás admirables virtudes quiso
el
Señor
descubrir al mundo por medio de San Zosimo, como etl
otro tiempo se valio de San Antonio para manifestar
á
)os Fieles la ason1brosa penitencia,
y
den1ás virtudes de
San
Pablo.
·
Vivia en un Monasterio de la Palestina cierto famoso
solitario llama o .Zosimo, que criado desde
.~u
infanda en
los exercicios de la vida religiosa ,
y
conservando siempre
el·
primer candor de la inocencia , Juvia arribado
á
una
eminente virtud. Merecióse tan elevado
y
tan general con·.
cepto , por la pureza de sus costumbres , por su ferv9r
en los penosos exercicios de la penitencia, por su amor
al retiro, por su continua aplicacion á
la
oracion , por
su devocion fervorosa ,
y
tierna,
y
por las celestiales lu–
ces que el Señor le cdmnnkaba , que
d
Obispo Diocesa..
no le ordenó de Sacerdote.
Havia cincuenta
y
tres años que vivia Zosimo entre–
gado
á
los exercicios de la vida solitaria , qnando le asal..
t6
cierto pensamiento , acon1pañado de no se
qué
secre–
ta complacencia , ofreciéndosele
á
la imaginacion, que ha–
viéndo ':)e retirado al Monasterio desde su niñez; acaso no
havria otro en todos aquellos desiertos , que estuviese tan
adel~lltado
con1o
él en
el
<;amino
de la perfeccioli..
·
In-