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DIA

III.

4 'f

~'

te

el

dolor,

y '

toda turbada me senté en tm riiKon de

, la.

plaza, donde enteramente me abandoné al llanto,

al

, arrepentimiento ,

á

los gemidos ,

á

los suspiros mas ve..

:, hementes que arrancaba el dolor de lo mas íntimo del

;, pecho. En medio de esta desola ion, levanté

casualment~

,, los ojos ácia arriba ,

y

ví en frente de

una imágcn

.,, de la Santísima Vírgen. Acordándome entónces de

ha–

, ver oido decir muchas veces, que María era Madre

de

, misericordia,

y

refugio de pecadores:

Mad;e de miscri-–

"

cordia,

exclamé,

tened/a de esta infeliz, y miserable cria•

,,

tura: refugio sois de pecadores, pttes siendo

J'O

la mayot–

''

de todaJ quantas ha havido, parece que tengo algun par-–

"

ticular deruho

á

vuestra especial proteccion.

No

merezco,

,

Señora

,

que mi Dios derrame sobre

aquella abundancia

,,

de gracias que derrama hoy sobre tantas almas fieles, como

,,

se

aprovechan de la Sangre de Jesu-Christo; pero

á

lo méno!

,,

no me negueis el consuelo de v er,

y

aaorar en eJte dia el

,

Sacrosanto Madero, en que mi dulce Redentcr obró la sal–

,

vacion de mi alma.

Yo

os prometo, Señora, que

do

pues' de

,

este favor que espero de vuestra clemencia, me iré .pronta–

"

ment e

á

un dtsiert_o

á

llora por t odos los dia.s de mi ·vida

,,

mis enormÍsimas culpas, y

¡Í¡

vivi~

tan retirada del mundo,

,

que pierda c!el todo hasta su infeliz memoria.

. , Animada_entónces de una extraordinaria confianza,

,, me levanto intrépida, parto

á

la Iglesia apres:.uada ,

y

, entro en ella sin resistencia como todos los demas.

Al!~,

,, penetrada tod1 de un religioso temor, .

y

despedazado de

, dolor el corazon, me postro ante aquella preciosa pren–

" da de nuestra redencion,

y

detestando amargamente.mis

, maldades, dcxo regado

el

suelo con mis

la

grimas.

,, Hecha

e~ta

·diligencia ,

v~..1elvo

con nuevo aliento al

, sirio donde estaba la imágen de la Santísima Vírgen,

y

, pnesta de rodillas,

la

digo con la mayor· confianza:

M

a–

,,

dre de mise1•icordia, despues

d~

Dios vuestra es la obra

,

de mi conversion: no dexeis imperfecto lo que haveis co–

"

rdenzado

:

indigna soy de vuestros favores

,

pero

nq

de

,

vuestra compasion: en vos coloco toda mi esperanza despues de

,,

Jesu-Christo

:

os prometí dexar el mundo;

ar¡uí

est(ly

á

F

,,

mm-