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ABRIL.
lo; tJOrque ya es tiempo de acreditar mi rendimiento, mas
con obras gne con pahb rJ • 1 et cero : Oy .... con
re.
peto IJ.
pabbrJ de Dios , e ·r.111do persnJdido
á
que
a
tí
lo
e
di–
rige ,
·Y
contigo solo habla. Quarto : Cuida que la
aves
no se coman todo el grano ; y despues del sermon pide
al Seiíor su gracia para que no se pierda lo que oi te.
2
Es
b
Sagrada Escrimra la palabra de Dios pura ,
y
neta.
j
Qué indignidad es leerla sin atendon ., sin devodon,
y
sin respeto! ¡Qué impied:1d abusar de ella para bnrLts,
para chanzonetas, para aplicaciones profanas ! . De de el
principio de la Iglesia se valió el demonio de todos los
hereges para corromper el Sagrado Texto. Ellos gritaban,
y
publicaban en todas partes que aquella era la palJ.bra de
Dios. De aquí nació aquella tropa de espíritus ligeros, ó
Cbrrompidos , qne. en todos tiempos corriéron
á
enf;rosar
el partido de los hereges
~
de aquí aquel espíritu de re–
belion contra la Iglesia, que siendo la única depositaria de
la
Fe ,
y
1
úni~a
á quien
el
S~ñ~
· ha
pcometido su ver–
dadero es
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única
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puede descubrir,
desenn araña
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l error. Ninguna hereg,ía ha
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el
a atismo: habla
la
pasio11
orgu lo ,
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la dis lucion,
ella grita que
e~
Dios
el
que habla.
o hay cosa mas perniciosa que los
libros heréticos : ten un santo horror
á
todos lvs que con–
dena Ja Iglesia. Por lo comnn estan escritos con mucho
arre, con bello estilo , con gracia , con sal : el papel, la
letra, hasta la misma curiosidad de la enquadernacion cm–
belesa; pero es muy peligroso el veneno de que estan llenos;
quanto n1ejor preparado, es mas sutil , mas digno de te–
lnerse; rara vez se expele si una vez se introduce. Sola
la Iglesia· conserva la palabra pura de Dios : nunca leas
otros libros que los que ella autoriza, ó no cor.den.1,
y
procura informarte de un sabio, y santo Director q11é
J~.
bros podris leer sin peligro. El estómago débil no puede
con alimentos fLlertes. Apénas ha ha vido secta , ó here–
gía que no haya tradncido en lengua vulgar la Sagrada Es..
critura, poniéndola en manos de ignorantes ,
y
de muge–
res. Presto se toma una plaza, quando ' se envenenan ro-
d,ls