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'ABRIL.
Marcelino
á
Nomenoy , Duque de Bretlña, que havia to·
tnado el título de Rey ; y que fué llevado con gran pom–
pa
á
la Abadía de San Salvador de Rodon ·, en .la Diócesi
de Vanes, cuyo Abad era San Couvoion , que hacia ofi–
cio de Etnbaxador de Nomenoy cerca
d~l
Papa.
·La Misa es en honra de los dos Santos,'
y
la
Oracio1t
es la que
·
·
se sigue.
B
E atorum Martyrum,pa–
riterque
.
Pontificum;
.Cle~i
,
&
Marcelini
,
nos
lJUt!fsumus
Domine
festa
tueantur
,
&
eorum (ommen–
det oratio vener-anda. Per –
Dominum nostrum
,
&c.
S
Uplicámoste, Señor , que
en
las
fiestas de tus Pontífices,
y
Már–
tyres Cleto ,
y
Marcelino ., merezca–
mos su poderosa proteccion ,
y
que
por · su _ intercesion sean gratas
á
vos
nu~str~s
oraciones. Por nuestro
Se–
ñor, &c.
La Epístola
er del cap.
1.
de
~a
primera del Apóstol San Pedro.
{B
Enedictus Deus
,
S
Pa-
ter Domini .nostri Jesu–
Christi
,
qui .reoundum mire–
f'icordiam suam magnam re–
generavit nos in .rpem vivam,
·per resurrectiontmJuu- Chris·
ti
ex
mortui.r. In hcereditatem
incorruptihilem ,
e
inconta–
f!ninatam,
S
immarce.rcihilem,
fOnservatam in
C~lis
in vobi.r,
9ui in virtute Dei custodimini
per fidzm in salutem paratam
revelari in tempore novissimo.
··In quo exultabitis
,
modicum
,nunc si oportet contristari in
1Jari;s tentationibus
:
ut pro–
batio vutrce fidei multo preJio–
-sior auro (quod per ignem pro·
batur) inveniatur in laudem,
8
gloriam
'
&
honorem in
re–
velatione Jesu-Christi Domi-
ni nostri.
·
B
Endito sea Dios, Padre de nuestro
Sefior
J
esu-Chri.sto , que segun su
grande misericordia nos reengendró pÓt
la resurreccion
de J esu-Christo de entre
los muertos en
u.naesperanza viva
de
gozar una herencia incorruptible, in-
,
contaminada , é inmarcesible, como se
covserva para vosotros en los Cielos,
que por la virtud de Dios esperais poE
su Fe la gloria preparada para reve–
larse al fin de los siglos , en la qual os
alegraréis. Pero por ahora conviene
seais algun tanto contristados con va–
rias tentaciones , para que la prueba
de vuestra Fe se.a ,.m
1
Jcho
mas preciosa,
que
la
del oro acrisolado por el fue–
go ; y se encuentre digna de
alaban~
za ,
gloria ,
y
honor
al
tiempo de
la
manifestacion de nuestro Señor Je–
su-Christo.
(*)
RE-
(•) Haviendo vuelto
á
Roma
de
su viage al Oriente el
Apóstol San
Pe-