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A
B R 1 L.
quando
~e
acababa la oracion era para ella un doloroso
sacrificio.
Conociéron los vecinos de Monte:-Policiano la gran
pérdida que havian hecho en dexar
á
los de Proceno la
posesion de nuestra Ines;
y
viendo que ni las. súplicas, ni
la autoridad de los Pr·elados havian sido bastantes para
recobrar esta
pr~nda
, se valiéron de un . piadoso artificio,
que les salió
á
n1ediqa de su
de~eo.
Acordáronse del que havia n1ostrado nuestra Santa,
siendo aun todavía niña, 'de. ver convertida en Convento
de penitencia una casa de n1ugeres públicas , que havia
á
la entrada de la
C~uüad
:
y
se obligáron
á
exe.cutar este
piadoso proyecto ,. con tal que viniese la misma Ines
á
gobernar dicha Casa. Cedió el an1or del retiro al zelo de
la salvacion de las almas:
y
obtenida licencia para. pasar
á
hacer la nueva fundacion, tuvo el consuelo de ver aca–
bado en
muy
poco tiempo
el
Convento. Forn1Óse presto
una C01nunidad nt,unerosa , por la priesa que se dabaq
todas á verl itr
á
po erse
deb~xo
de su gobierno. Entabló
en el Monasterio la primitiva Regla de San Agustin , se–
gun el instituto ,
y
espíritu de Santo Don1ingo;
y
conse–
guida del Legado Apostólico la confirnucion , se dedicó
1
enteran1ente
á
fonnar
él
edificio espiritual, que estaba
empeñada en fabricar al Señor, cultivando
á
sus nuevas
hi jas.
.
Desde luego se notó . Ja exe1npiar observancia ,
y
el
fervor de espíritu de toüa aquella nUinerosa C01nunidad
de Vírgenes, animadas con el exetnplo de su santa Fun–
dadora. Bramaba el Infierno de rabia, pero en vano, vien..
do triunfar la pureza ,
y
todas las de1nas brillantes virtu.–
des donde havia reynado la abon1inacion. Estableció Ines
en aquel Convento el espíritu de la primi.tiva Regla con
tanta felicidad, que desde entónces comenzó
á
ser vene- .
J'ado
el
nuevo Monasterio de Monte-Policiano co1no un
n1i1agro de la perfeccion Religiosa.
Adn1irában5e todos con1o aquella santa doncella no se
rendia al peso de tantos trabajos,
y
de tantas cnfenneda–
des ;
pe~o
no
e.raéste
solo
el continuado
prodigio que
·
·
obra...