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D 1 A· XVII.
2
9
7
Templo,
y
acercarse mas al consejo de su venerable Con–
fesor ,
á
fines del. mismo año
1
6o6., ó principios del si–
guiente, con licencia de su padre , se vino
á
vivir al hu..
milde aposentillo de un jardín que havia frente de Santa
.Eitrbara con una sirviente , llamada Catalina de Christo,
muger ciertamente a
..rregláda , pero de un humor tan vi–
lioso , y de una condicion tan áspera , que labró la pa–
ciencia de María Ana, y sirvió de dmo instrumento para
purificarla. Aquí se mantuvo quatro aiios, como pudiera
en la cueva del desierto 1nas retirado , hasta que pasando
aquella posesion al derecho de otra senora ' no de tan
buena condicion como la dueña anterior , la arro jó
a
la
calle con violencia , trarandola de beata embustera , hipó–
crita,
y
con otros dicterios , y escarnios. Pudiera quejarse
del atropellamiento del despojo ; pero no se la oyó una
sola palabra de resentimiento , antes bien con un semblan·
te pacífico ,
y
risuciío , reduxo toda su defensa ,
á
decir:
que la senora mandaba en lo
que
era suyo
,
y
era
ele
su fa–
cultad disponer. de
r,ien podría,
ó
no, vivir en la casa.
Supo est· sensi le tribulacíon su Confesor ,
é
inmedia–
tamente dispuso que se tabicara un cobertizo contiguo
á
la Ermita de Santa
arbara para aloxar
á
bs dos com–
pañeras. En efecto se trasladáron ambas
á
aquella grosera
habitacion , en la ·que ordenó María Ana una humilde
.vivienda , aprovechándose de las limosnas que
á
este fin
la diéron algunos bienhechores; entre los quales fué uno,
a
quien no conoció , ni volvió á ver jamas
j
que le dexó
ur~a
suma crecida, con que pudo proseguir,
y
perfeccio–
nar la obra. Con los mismos subsidios edificó un Orato-–
rio donde se retiraba
a
sus exercicios ,
y
eri
el
que se ce–
lebró despues el santo Sacrificio de
la
Misa por Breve es–
pecial de Paulo V. Hizo tambien un reducido jardin , don-
. de plantaba flores para el Santísimo Sacramento , que en
llmuchas ocasiones las
di~
fuera de tiempo milagrosamente,
con un(l oliva descollada conforme hoy se ve , que plantó
la Beata de un ramo de este árbol, que tomó el Domin–
go de Ramos de los que se bendicen con las palmas.
El plan de vida que entabló aquí
Mada
Ana fué una
Pp
su-