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ABRIL.
t1na sus proprios
interese~
,
y
la amistad que siempre le
havia mostrado
el
Antipapa Anacleto.
Obligado Inocencia
á
refugiarse en Francia por la per...
secucion del Cismático concurrente , salió Hugo á recibirle,
y
á
besarle
el
pie en Valencia. Allí le suplicó con las n1a–
yores instancias tuviese
á
bien exónerarle
dd
Obispado,
y
proveer
á
la Iglesia de Grenoble de sugeto digno que emen–
dase sus muchos yerros , representándole su abanzacla edad
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y tnolestÍsimos achaques. Todo fué en vano; porque
el
Papa que tenia bien conocido su raro mérito ,
y
su ex–
traordinaria virmd , se contentó con mandarle, que mo–
derase sns penitencias,
y
pus.iese límite al excesi vo trabajo
d_e sas Apostólica:, fati gas. Pero finalmente, viendo
q~Je
los
vehe ~ nentes
dolo res de cabeza havian debili tado extraordi–
nariamente su memoria ácia
el
fin de su santa vida, con–
descendi ó el PontÍfice en que renunciase
e1
Obispado·, notn–
brando p r sucesor
~uyo
á
otro Cartujo , llamado tambien
H ngo , q n.e de
pL
es fué Arzobispo de Viena ;
y
nuestro
Santo tnvo el e nsuelo de alcanzarle en vida consagrado
por Obispo de Grenoble.
·
Túvos
por una especie de prodigio, ó
á
lo n1énos
por singnlar favor del Cielo, que haviendo perdido ente–
ramente la memoria para todas las cosas terrenas, la con–
s.ervó· siempre muy viva en todas las especies que tocaban
á
la Religion , ó tenían conducencia con
la
salvacion eter–
na. Los pocos meses que sobrevivió á la renuncia del Obis–
pado , los pasó casi en oracion continua.
· Odorico , Obispo de Die , que havia sido Dean de su
Iglesia de Grenoble , deseó tener el consuelo de recibir
el
hábito de lvionge de rnano de nuestro Santo ;
y
aunque
éste se hallaba casi e·n
el
último extremo de su vida , se
levantó de
la
cama para hacer esta ceremonia , dándole
faerzas ,
y
causándole copiosas Iagrimali el gozo de ver la .
fervorosa resolucion de su amado discípulo.
En fin , consumido nnesrro Santo al rigor de sus pe–
nitencias , de sus trab:1jos Apostóli cos,
y
de sus penosa.;
enfermed:1de:;,
y
lleno de merecimientos , mnrió en Gre–
noble
á
los o chenta años ,
y
algunos Lneses de su edad,
Gl