d:JEVOTOS,
~tormentado
en medio
de
eíl:e
füego. Lleva
contigo
Día
XXVI.
en la imaginacion efra imagen,
y
en
el
oído eíl:a voz
a
todos tus placeres ,
a
todas
CLIS
diverfiones;
y
l
buen
feguro que preíl:o las perderás-el guíl:o,
y
ellas perde-
rán para tí todo
fu
atraél:ivo. Hallandofe un dia
extra~
ordinariamente tentado un fanto Ermitaño , aplicó la.
punta del dedo
a
la llama del candil ; }' como
el
vi...
vW imo dolor que íinrió , le obligáre
a
retirarla pron-
tamente:
~é
!
dixo al tentador , tú me incitas , rú
me folicítas
a
que me entregue
a
un deleyte ilícito, por
el
qua! he de fer condenado al fuego eterno , quand<>
no tengo valor ni aun para tocar con la punta del dedo
a
eíl:e fúego ufüal
!
o
!
y
íi
muchos fe fi rv iefcn de
[e-
mejantes induíl:rias en muchas ocafiones ,
y
como
[e.
rían menos freqüenres bs caídas.
. 2
No ha
y
otra pérdida que fea irreparable , fino
la pérdida del alma. Ruina de negocios , revefes de
forrnna, pérdida de pleycos, naufragios ,. defgraci:is;
por fenfibles , por grandes que parezcan , hablando pro-
priamente , todo tiene remedio. Pero
íi
una vez me .
condeno, <.1uién me podrá confohr?
~é
alivio me
rella?
QJ.é
e[perlnza, gué recurro me queda? Todo
fe penlió ,
fi
pierdo
a
Dios. O qué penfamiento can
oportuno para nutrir la devocion , al miúno tiem-
po que fe fomenta
el
horror. que debes tener al pe-
cado
!
En tus pérdidas , en tus defgracias , eu aque-
llos importunos te1nores , en aquellos moleíl:os
fo~
brefalcos , que fon
iofeparables de
la vida , dire,
dite Ún cefar
a
tÍ mi(mo: "No hay otro
nul
que e-1
pecado ; no
luy
pérdida digna de
temer(e fino la
pérdida de Dios. De la pérdida de los bi nes , de
la
falud, de los empleos , me
podi:~n
confobr los ami·
Hhh
gos
•