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- · -Enero.·
gos , el tiempo ,
y
ai.m la
rriifma
muerte· puede fer"
virme de confuelo ; pero perder
a
Dios ,
y
p~r
derle para fiempre ;
o
qué irreparable pérdida .
! .
Afi
en las profperidades , como en las adverlidades
de
la
vida hazce familiares eíl:as palabras :
Ji2!!id
pro–
deft
hominí
,
ji
mundum
urúverfum ./ucretur?
De
qué
le firve al hornbre fer dueño de codo el mun–
do ,
fer el
mas
poderofo Monarca de la cierra ,
fi
al cabo fe condena ,
y
fe pierde
?
De qué le
firve
ahora
a
aqqel
Sei'1or ,
a
aquel Grande ,
a
aquel rico
que. fe condenó , haver vivido con canta rnagnifi–
cencii , con tanta abundancia , con tantos guíl:os
'y
regalos
?
De qué le firve
a
aquella mugá
profa–
na ,
a
aquella dama llena de prefimcion
y
de vani–
dad , ha.ver. brillado , haver fobrefalido tamo en las
funciones del mundo , fi al prefeme arde ,
y
arde–
rá por roda una eternidad en las llamas del lnfier..
no
?
De qué Grven aquellos pompoíos diébdos, aque–
llos foberbios palacios , aquel aparato, aquel trén de
modas , de vdhdos
y
de galas : de
qué
firve
rodo
eíl:o
a
qui en fe condenó
!
Sera gran confuelo para
aquel padre , para aquella madre que eíl:án en el
In–
fierno, haver dejado hijos , que viven con grandes
conveniencias en el mundo , mientras ellos
fe
abra–
fan en aquellas llamas
?
Hazce familiares efras refle–
'.)ctones; porque hay pocos exercicios que fean
mas
faludables. Ten
fiempre
en
rn
fala,
o
en cu quarto al–
gun objeto que ce :i.cuerde fin cefar la memoria de
la
muerte ,
o
del
Infierno.
DIA'