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I
e
T
os
Enero.
jas que poaia
·erperar de eíl:e prodigio : pues·
por' qué
no me aprovecharé de ellas?
·
Ello
es cierrn qLie rengo de entr:tr en un afio, del
qu:tl no he de falir. Q!.ien me puede afegurar que .no
es eíl:e :i.quel :i.Ílo crítico que ha de decidir mi
fuene
eterna?
Y
filo
fo
ere , eíl:oy bien prevenido?
Y
fino
lo
eíl:oy, en qué fundo mi ferenidad
?
Obro
con pruden·
cia en arriefgarlo redo? Puedo perder tiempo en ne·
gocio de tant:i. imponanci:i. ?
Hoy
me concede Dios
tiempo para apaciguar
fo
ira. Será prudencia dilatar
eíl:a
reconcil iacion p:i.r:i. otro
tiempo~
Jeru:falen,Jert1J.alen,
quantas
1Jeces quifeyo con–
greaár tus·hijos , comó la gallina junta todos fus pollue–
los
0
debajo
de
las
alas;
y
tú
no qui(ifle?
Mi
Dios, quien
tendrá valor para füfrir en
la
hora de
la
muerte
una
reconvencion t1n vergonzofa,
y
tan juíl:a?
Q!.:mros años te concedí, dice el Señor, p:ir:i.
que
rrahajaíes en
el
negocio de tu falvacion? guamas veces,
duranre el largo curfo de eílos anos, quife convertirte,,
quifc p nerre :i.l abrigo contra
el
rigor de mi jufiicia-?
Y
no
qu ifül:e
rú:
Et
noluifti.
O!:!.anras veces te folicité,
y
aun te efheché en
e(bs
miíin:i.s mediraciones para
que
refo~mafes
rus coílumbres , para que abr:lzefes
el
pan
ido de la devocion , par:i. que mudaíes de vida?
Efas
íecreras infpiraciones , efos efpamos interiores,
efes vivos remordimiencos
de
una conciencia
juíl:amen~
te íobrefalrada , voces mías eran;
y
rú
no las
quififie
dar oídos:
Et
noluijh.
Pues
ecce relinquctur
domus
veflra
d~{erta.
Ves aqui que efa
tu
cafa , efe cuerpo
que ha {( rvído de habiracion
a
efa
ingrata lima
>
<jlle–
dará
defierrn:
Eccefto
ad
o/hum,
&
pulfo.
Diez
años,
veinte años,
treinta
aiíos
há.
que
e.íl:oy
llamando inmil-
men-