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1
os
Enero.
opinado
y:.i.
que foere entregada
a
las llamas, qnando
Dios mudó de repente los corazones de todos.
·La
dulzura, la humildad, la paciencia, la inaltera–
ble
tranquilidad que moíl:ró la Santa en medio de tan
gr:m
riefgo' hici eron abrir los ojos
a
füs perreguidores.
Reconocieron
fü
inocencia,
y
condenando ellos mif–
mos
Cu
propria pafion., de[d alli adelame convinieroI)
el odio en veneracion de Genovefa.
Pero la Santa no fe aprovechó de la quiemd
que
comenzaba
a
goz;ir , fino p:ira aumentar los exercicios
ce
Cu
piedad,
y
de fus penicencias. No comía mas
que
dos veces
a
la
fema~a,
el Jueves,
y
el Domingo ,
y
fue
meneíl:er precepco exprefo del Obifpo para obligarla
a
uf
ar de un poco de leche en
fu
mayor anciar.idad.
.
Una virtud tan eminente no podía dejar de refo4
nar en las parres mas remotas. San Simeon Scylita
[e
encomendaba en fus oraciones d f<le lo m:is retirado
de la Syri a,
y
el nombre de Genovefa
[e
hizo célebrp
cali en todo
el
ambito del munoo.
Pasó los Alpes,
y
el Rodana Atila , Rey de los
Hunos. Iba.a echarfe fobre París, quando la Santa fali6
<le
fu
retiro,
y
exbort6 al Pueblo a que apaciguáfe
la
cólera de Dios con oraciones , ayunos
y
penitencias.
H ::tllabafe la Ciudad entregada
a
efl:os devotos exerci..
cios quando fe tuvo noticia de que el Exérciro de los
Bárbaros
fe
havia retirado,
y
los PariGenfes
atribuye~
ron
elle
milagro~~
las crac.iones de Santa Genovefa.
Siciaba Mero eo
a Pad ,
y eíl:aba r ducida la
Ciu~·
<lada las
u
leimas excr midades. Compadecida Geno efa
de la excrerna rnifi ria en que fe hallaba el Pueblo por
razon d
la hambre, íe
fu
haíl:a Are
y
del A ube,
y
llegó a
Troya,
donde jumando c.antidad de
trigo,
fe
pu~