escla\'os,
p<H'
que
la mas dura de las esclavitudes
es
la
de la inteligencia:
[a]
las masas estoban'pri,·adns
basta
.cierto punto del bien,
por·qoe
empleada muchas
veces la
reHjion como el aa·ma mos podea·osu
pas·a
opr·imil'las,
).es re6ejabn uoa luz moribunda, semejante á la
que
der–
.ramao los rayos
de
la luna al lJ•twe.z de
~una
atmósfera
~.a1·guda
de ¡rapo•·es.
EL Perú ent
en
fin~
un individuo sin pet·sonalidad
en la gran sociedad
del
jener·o humano, sin
dcr·eehos,
sin esper·nn zas de progreso, sin porvenit·, sin comu–
nicacion
con
los pueblos civilizados,
parecido
a
un
puñado de náufragos
qu.a ·
n!'l'ojar·an
las
olns
en
una
pla)a inmensn
y
solitaria.
¡LoADo sea
Dios
que lla :destruido el tmbnjo del
hombr·e,
y
cambi
o
n • siempre la
suerte
del Pcró!
El le ha dado
una
ts
i.a
pr·Gpia,
una
id-a pelHica,
un
derecho pel'fe
a-n
d sar•rollar
por
sus
propios
esfuerzos todos
1
ntos de
venttn-a
pública.
par·a
gobernarse por sí
y
dir·ijir sns destinos. Elle ba ins–
pirado las inslituciones .mas adecuadas
á
la índole de
los
asociados,
a
su
topogt•afia,
y
á la
marcha que
hoi signe la humunidad.
El ha
di~tt·ibuido
el
cget·–
cicio de la soberanía, por
:el
órgano de los escojidos
del pueblo en
distintos
poderes;
les ha
l1·azado
la ór–
bita de sus atribuciones; les l:la
impuesto
leyes
pnt•a
rcgulat• su movimiento, equilibra.· su accion,
y
[Hll'a
que semejantes
á
los orbes celestes
rodar~n
armonia
--------.-.,.....,--
(q)
Lacordaire en su
2.
Q.>
conferencia.