o
pens~is,
ni
por un momento·, Sefiores,
que
nt
emprender
mi
honrosa
toa·é'a,
intente probar
ltts rtt–
zones qtJe tuvlstéis
pnt·a
rnancipliros de to e-ordna de'
E
paña.
Felizmente
lu relir"ion
y
~a
Olosafia lran
be -
decido
ya,
por el labio del sacerdote , la obra c;le vues·
tras manos,
han
reconocido vuestro sactosaQto dere_.
cho,
y
haciéndolo surjit· del desarrollo en que os
ha–
llabais,
del
sentimiento
de
vuestras propias fuea·zas
"{
de todos
los medios
de
que
podíais
disponer
para
d1n•
el a
· lo nacioooli ad del Pe.-ú; se ha sttoUOcado vues–
tl·a oouso,
y
se os ha presentado como h'ombt·es
de'
ciencia
y
de
fé,
qne estndioodo la
í
dote
<le
los
pu~blos
y
midiendo
su
poder, no disteis la señal de
alat·..–
m , hasta que
e
cielo Jo
abia todo p epa ado. A
m·1
tle quo, vne
l
a
ob1
gt•
ode, estupeo a, q e hon-
ra uo
·
gl ,
e
la s
ette
un
mundo • ha'
a do
ú
or e
tiempo, res•
p
t
do por to
ueblos. r
onocido
indit·ecta-
meote pot•
J
h'Ó(l'Oli,
·n
strplltible por su
ni ma na
tu
al za.
Y en este dia
de
tan
gt·
tos recuerdos ¿'os ha–
blar·
de
la conquista, de las víctimas inocentes sacri–
ficados
pot·
Cll(H'icho,
de los padecimientos
y
de la san•
¡;re con qn
recobrásteis vuesh a perdida libertad? Pea·o.
'twt·
s, Dio
qui
o dat•
nton\!es una Jeccimr impo–
n
nte
pnra qlTe jamas
ningun tirano bntlára simpatías
en
l Perú;
y
un ministt·o de paz, no debe romo er
el
t·encor
y
la venganza- negras pasiones que el Evnn–
. li
ha · ni o
á
combnlil'.