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·~a
.el dragon infernal que ha esperado con
ansia
'!$u creacion, para aumentar el m1mero de
las
víctimas
'tristes de su
rabia,
se a van za presuroso., arrojan–
'do
ácia
ella
ese torren
te
de iniqui<lad que arras–
·tra al i)re_cipicio
al
resto de la tierra.
¡
Gran
Dios,·!
;¡dexarás que tu enemigo entre
á
profanar el tem•
·p}o que acabas de construir para tu hijo?
¿Donde
está
el
querubín
qu~
guardó con
su
espada de
fuego
-la
puerta del paraíso?
¿Donde ·
el ángel que
poni ..
·:éndose entre
los
dos exércitos rivales en las
ri ..
~heras
del mar roxo , defendió
tu
pueblo
del
foror
'-'de
Faraon?
. Pero
¡qllé
portento, católicos!
El dragc:m
se
ha detenido,
y
ha
empezado
á
sentir
la
próx1n1a
i-uina de su imperio, viendo armada en favor
ce
esta nu eva criatura la diestra poderosa del Dios
de
los·
e.x ércitos.
Y
ese
torrente impetuoso
qu~
~ha
á
continuar sus fun estos estragos, va precipi•
1ándose
al
abismo, impelido del soplo de
su
boca.
Aquí
es
dlHH.leJ
ercrnías arrehat:ido
á
lo futuro
por·
la
viJ1tud
prodigiosa
de un en tu iasmo di
rno;
·exclama , herido de tan magnífico espectáculo : ¡El
·Se11or ha
criado una
maravilla sobre la tierra!
:C.reavit dominus
1r,oviwl
super terram.
P ero
yo
me
"'tngaúo, pl'ofota; No es
·la.
Concepcion . de
Mar~, e~