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qué aguardas el nacimiento del sol ,
y
no vienes
á:
decirnos hoy que
la aurora
de
.Ja
gracia
va
ele~
vándose ya
s ob~e
el negro horizonte de ·
la .
cul
pa{l •
Pero yo me
engaño ,
señores. Este
di vino em–
baxador no hace sino cumplir
las órdenes que
le
comunica
la corte celestial ;
y
si
retarda su ve–
nida, es por los fin<':.5
adorabl e~.
de la política sagrada.,,
Perdonadme , Dios
mio~
si
he
intentado pene–
trar en el santuario de vuestros secretos
sacrosanto~ )
:y
permitidnl.e qn e dirigi endo .
á
mis oyentes las d ul–
ces palabras de vuestro ángel, prevenga su venida.
Evangeli~o
vobis .gaudium magnum, qw,od
.ef.itcmni popnlo
:
Yo vengo
á
anunciaros
u~ia
nueva
feliz
que
ha
de ser para todo
~ 1
m.•undo un grande
motivo de aleg ría.
Y
a
ll egó el dichoso
fin de
la
antigua
.uoche que ha
tepido sepultado
al uní
v.er.somas de quaren ta sig-los en su lóbrego seno.
Ya
se apro:dma el · dia sereno de :vuestra
suspirad~
libertad . Ese peq ueiío
feto que acaba de conce-bi
la
espo.sade Joaquín, es
la aurora
feliz que
los
s-epara.
Su.s
pri111eros
resplandores débiles
toda
vía ,
se
mezclan
y
confunden
con
la
.espesura de
las
~ombras.
Per¿ vosotros la veréis
.e~ceder
bien presto,
á
la hermosura de esas noches
en
-.que
la
luna
y.
.1.~s
estrellas parecen empe.iíarse ·en
despojarse
d~