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CAPITULO LXVI.
dixerunt fra tres vestri od ientes
vos et abiicientes propter no–
men meum : glori:ficetur Domi–
nas- , et videbimus in
laetitia
vestra : ipsi- aatem confunden–
tur.
6
Vox Populi de Civitate,
vox de Tern plo , vox Domini
reddentis retributionem
inimi–
cis su is.
7
Antequam parturiret ,
pe–
rerit : antequam veniret partus
eius , peperit rnasculum.
8
i
Quis audivit umquam
ta–
le
?
i ·et
quis vidit huic simile ?
2.
numquid parturiet terra in die
una
~
i
aut parietur gens simul ,
quia parturivit et peperit Sion
filios suos?
9
iNurnquid ego qui alios
parere facio , ipse non pariam,
<licit Domin us?
i
si ego qui ge–
nerationem ceteris tribuo, steri–
lis
ero ,
ait Domin
us
Deus tu us
?
• Yen prueba de csto ved qae y a sue–
nan en mis oid os los lamen tos , gritos
y
al aridos del Pueblo , vieodo venir sobre
cllos a los Romanos ,
y
·qne ponen sitio
a
la Ciodad : las voces
~e
los Ange les
1
·que· desde lo fotitrto d el T emplo gri tan
y
dicen : Salgamos de aqu1 : JosEPHO
L ib.
' VII.
Bello
Cap.
XII.
la
':Pz
d el Sefio r
1
que in tima la
ruiw
y
d esolacion de J eru–
salem ' en pago de la invencible obsti na–
cion de los perfidos Judfos sus enemigos.
s
El H ebreo
:
A ntes que
!tf
viniesen
las do/ores
:
Sio n , esto es , la I glesia
pri –
m itiva, compoesta de J ud los corivertidos
a
J es u Chri sto
1
d esd e
luego siJ?
la rgo
trabajo_ n ~
dolores p ario a Christo en el
cor azon de un g rail numero de fieles
~
pa–
ri o~
los J\. pos toles
1
que ganaron d espues
infinitos
hijos
para la
fe.
Como si d ixe ra :
Al mismo t iempo que
los J udfos seria
persegoidos
y
acab-ados , se levantara
y
c receri la Igles ia ,
no
lentamente , como
~e
forme
en otro
ti empo
la
Synagoga·,
di xeron vuest ros herrnanos que
os
aborrecen
y
desecha n par
caus~
de
mi
nombre : glo r ificad o sea el
Senor,
y
'.fo
reconoce remosen vues–
tra a legda: mas ellos seran con·
fun idos.
6
Voz deJ. Pueblo de l a Ciu .-.
dad
1
i
voz del Templo , voz del
Senor
..da el pago merecido
·a
sus enem1
os.
I
7
Antes que tu viese do1ores
de par to' pa
ri6
2
:
an tes
del
tiem
po
de su part o, pari6 un hijo Va ron
3 .
8
iQui en
jama s~o
cosa tal?
i
y
quien la vi6 semeja'1 te
a
esta?
2.
parira acaso la tierra
4
en·un dia?
2,0
se pa rirade una vez una
N
ado'1
1
porque Sion estuvo de
p~ rso
,
y
a.rio de una v ez s us h ijos?
9
iPues yo
q
ue
a
los ot ros
ha–
go
parir , no pafQf re
y
mismo
s,
dice el Senor?
~yo
que a los o t ros
doy
la
fecundidad ; sere acaso
est¢ril , d i ce
el Senor tu Dios?
si no d e
l'~e11te
y
en poqnt! imo ti empo,
3
V arones fuert es , do radoa de admi-–
rable fo rtaleza , como foeron los
M'.i rry–
res de J eso Christo. Esto no tan
to
per–
tenece al sexo , q uatHO a
la
virtud }' fo r–
t aleza qoe se manifes to liluchas veces ann
en la edad
y
sexo mas d elicado
y
.tlaco .
4
l
Arrojar
y
sazonar sus frotos ?
~
0
un a N acion fo rmarse de repente
y
de una
vez? N o
~r
cier to. M as la I glesia
a
un
mismo
t iempo parid. sos hij os en
tan
gi:ande nume ro
1
con
tan grande virtud
y
·obuste:t como hemos vis to.
5
Y
esto
no
os debe parecel· ex trafi.o
1
po rque
p ara
mi
nada:
hay
i1npos.ible ,
~Yo
q oe doy la fecu ndiddd a ,otros
1
no
la ten –
dre en
mi
mismo? Como si dixe ra : Esta
p rodigiosa
y
l.'epentina multi pli
cion de
hij os espiritoales e n mi I gl esia , no se d·e–
beri
;i
Ia -
fherz as natorales d e los Predi–
cadol'es Evangelicos , sino
a
mi d ivina vir–
t ud
y
gracia
1
que segun es mi vohln tad
q uit a
y
vence todos
los
impedimen tos.
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