CAPI.TULO V.
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ti
sunt montes , et facta sunt
morticina eorum , quasi stercus
in medio platearu.m. ln his omni–
bus non est aversus furor eius,
sed adhuc manus eius extenta.
26
Et
elevabit signum in
nationibus procul , et sibilabit
ad eurn de finibus terrae : et ec–
ce festinus veloci te r veniet.
27
Non est deficiens neque
laborans in eo : non dormitabit,
neque dormiet , neque solvetur
cingulum renum eius , nee rum–
petur corrigia calceamenti
e–
i u . ·
28
Sagittae eius acutae , et
omnes arcus eius extenti.
U
ngu–
lae equorum eius
ut
silex, et ro–
tae eius quasi impetus tempesta–
tis.
29
Rugitus eius ut leonis,
rugiet ut catuli
leonum : et
frendet , et tenebit praedam: et
amplexabitur , et non erit qui
er.uat.
·
30
E t sonabit super eum in
d ie illa sicut sonitus maris : as–
piciemus in terram , et ecce te–
nebrae tribulationis , et lux ob–
t enebrata
est in caligine
eius.
i;
Con estas
e:itpres~ones
se
iod ic:m
Ia~
calamidadesque padeceria el Pueblo J udai–
co,
y
en especial despues del
deicidio
;y
su
desolaciondurarahasta lafin.DAN.I'X. .27,
~
Aun con todos es tos cas tigos no se
~paciguo ,
ni se di6 por satisfecha so saf. •
3
Y
como un General de exercito
le–
vantara un es tandarte para convocar las
N
aciones mas distantes, q ue vendrin con–
t ra el Pueblo de los J udfos :
a
una mini–
ma insinuacion soya las hara venir d e los
cabos de la ti er ra.
Y
he aqu{ vendra
uno
y
otro , el Galdeo
y
el R omano. Esta es
una viva
y
admir able d escripcion con que
p;nta las fue rzas , ferocidad ,
codicia , di-
Tom. V I.
mantes
1
,
y
sus
cadaver~s,
co–
mo basura en medio de las plazas.
Con todas estas cosas no se ha
aplacado su safia
2
,
sino que aun
esta extendida su mano.
·
26
Y
alzara su pendon a
Pue–
blo lejano
3
y le silbara a el des–
de los extremos de
la
tler ra: y he
aqui vendra ligero y c
ndo.
27
No hay en el quien se cau–
se ni fatigue : no se adormece–
ra ' ni le tomara suefio , ni se
le
desatara el cinto
4
de los ri fio nes,
ni se le rompera
la
correa del za–
pato.
28
Sus saetas agudas ,
·y
to–
dos sus arcos entesados. Las ufias
de
s
s caballos como pedernal ,
y
sus ruedas como
im
pet 11a de tem–
pestad.
29
Su rugido como de leon,
rugira como los cachorros de los
leones :
y
batira
los
dien t es,
y
cogera la presa :
y
abrazarseha con
ella,
y
no habra quien se la saque.
30
y
nara sobre el aquel
dia como estruendo de mar: mi–
raremos
a
la tierra
s,
y
he aqui
tinieblas de tribulacion, y la
lu~
se obscureci6 con
su espesura.
ligencia
y
arc1io11ento
con
que irb1 pri–
mero los C aldeos ,
y
despues a su tiempo
los Romanos a ser los Ministros
y
execu–
t ores
~
la ira d e Dios sobre su Pueblo.
4
C omo si dixera : Vestidos , calza·–
dos
y
armados se recostarin para r_omar
un breve su@no ,
y
no detenerse ,
m
~
r–
der t iempo : vendran vo lando
a
.la
sa que Dios pond ra en sos manos .
·
s
A qualquiera parte que nos volva–
mos , no hallaremos sino tristeza, calami –
dad
y
desconsuelo ;
y
esto seri
en
tanto
extremo , gue la misma luz del dia pare–
ceri a los
J
udfos atonitos
y
confusos
una
n oche
obscura
y
llena
de
densas tinieblas.
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