EL LIBRO DE LA
SABIDURIA.
14
Preoccupat qui se·concu–
piscunt, ut illis se prior osten–
dat.
l
5
Qui de
luce vigilaverit
ad illam, non laborabit: assiden–
tem enim illam foribus suis in–
v eniet.
16
Cogitare ergo de
illa,
sensus
~s t
consumm t us : et .qui
vigilaver it propter illam , cito
securus erit.
17
Quoniam dignos se ipsa
circuit quaerens ,
et
in viis
o–
stend it se
illis hilariter ,
et
in omni
providencia occurrit
i llis.
18
Initium enim illius
ve–
rissima est disciplinae concu–
piscentia.
19
Cura ergo disciplinae di–
leCtio est : et dileltio custo–
dia legum illius est : custodi–
tio
autem
legum consumma–
tio incorouptionis est:
· 20
Incorruptio autem facit
esse proximum Deo.
21
Concupiscentia itaque sa–
pientiae deducit
ad
Regnum
per·
petuum.
r
Desde que
raya la luz .
Q
ieo l a
buscare coo dili gencia y aosia d e encon–
trarla, no tendra que d ar muchos pasos
para esto. Por rnedio de C
~risto
nos bus–
caste , Seno r , a nosotros, p ara que noso–
tros te bu scasemos a tl. S. AausTIN.
2
L a p erfeccion de la prudenciat..esta
en procurar ser verd aderamente feliz: lo
que no puede ser sino poseyendo a D ios.
Y pan esto es necesario pensar en el,
y
ocuparse en es te pensami ento. Esto es lo
que u ni came nte interesa al hombre.
3
En todas las ocasiones quando l a
necesitan y han de hace r uso de ella.
4
Con e l mayo r cuidado
y
atencion.
Puedc t ambien trasladarse: En todo con–
sejo quando han de deliberar alguna cosa.
14
Ella previene a los que
la
codician , y se les muestra a
ellos la prirnera.
I
5
El que desde por la ma–
fiana vela re
a
ella,
no
se
fa
tiga–
ra
1
:
porque a
SUS
pu~rtas
la en–
contrara sentada.
. 16
El pensar pues en ella
~z,
es prudencia consumada: y el
g
ue
velare
or
amor de ella , luego
est~ra
seguro.
17
Porque
ella misma
da
vueltas, buscando a los
d
ignos
de
ella, yen los caminos se les mues–
tra dulcemente
3 ,
y
en toda co–
yuntura les sale al encuentro
4.
18
Porque el principio
de
ella es un deseo muy verdade–
ro de instruccion
s.
·
19
Mas el cuidado de la ins–
truccion es el am
1
or :
y
el amo r
es la observancia de sus ley es :
y
la observancia de sus leyes
es
la
consumacion de la inmortalidad :
20
Y
la
inrnortalidad hace
ser cercano a Dios.
2
r
Y
a si el deseo
de
la sa–
biduria conduce al Reyno eter–
no
6 •
s
Es una
Gradadon.
Del deseo ar–
di ente de ser in struido, n ace la dili gen–
cia y so li ci tud p ar a alcanzar la Sabid'Ur!a:
de es ta
se
sigue su aQ/or o el d e Di os que
es lo mi smo:
dd
amor de Di o s, e l pun–
tual cum p limi en to d e su Ley; Io
ANN. x1 v.
I
5.
R om . x
I 1 I.
8. d e ! exaB:o cumpli–
miento de su Ley , una -perfeB:a .pureza
de alma , qu e e
s la quc acerca a l hombre
a Dios,
y
h ace
q.uele sea grato,
y
que
despues le premie con una e terna e incor-
ruptibl e corona de gloria.
<I•
6
El Reyno vues tro, o R eyes
y
P rln–
cipes de la tierra, es amargo
y
tc mpes- .
tuoso , p asagero , y luego se acaba ; mas
el Reyno que
se
consigue por medio de
la Sabidurfa es feliz ,
pacific~
y
eterno.