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c ·
A P I T U L 0 X V I I I.
22
Non "
impediaris ora–
re semper
~
et ne verearis us–
que
a~
mortem iustificari : quo–
niarn merces Dei manet in ae–
ternurn.
23
Ante orationem praepa–
ra anirnam tuam : et noli esse
quasi homo qui tentat Deum.
24
Memento
b
irae in die
con~
summationis
, et
tempus
re–
tributionis in conversatione
fa-
ciei.
.
25
Memento
c
paupertatis in
ternpore abundantiae, et neces–
sitatucn paupertatis in die divi–
tiaru
.
26 .
A mane usque ad vespe–
ram
immutabitur
ternpus , et
haec omn1a
citata
in oculis
Dei.
27 Homo sapiens
in omni–
bus metuet , et · in diebus deli–
ctorum attendet ab inertia.
28
Ornnis astutus agnoscit
sapientiam , et invenientem earn
dabit confessionem.
29
Sensati in verbis et
i
psi
sapienter egerunt : et
intelle–
xerunt veri tatem et ius titiam,
•
Por ningun respeto del mundo de-
.
xes de procurar ir cad.a. di a adelantando
mas
y
mas en la virtud hasta la muene.
3
Arrepin tiendote de tus pecados, cot1-
siderand o que
vas
a ponerte en la presen–
cia de Dios ,
y
reCl:ificando tu in tencion pa–
ra pedirle lo que conviene. De
<;>tr~
suer- ·
te orando teotaras
a
Dios.
3
Eu el dia del juicio o de la muerte.
4
Qu,:
ndo D'ios apartara
rn
cara de los
impios ,
y
los precipitari ·en el abysmo!
0
tambien , a Ia hora de la muerte.
s
El Griego
'H.a ipov
Al/
J.OV,
de!
tiem–
po del hambre.
Ahora que vives,
y
D ios
te da tiempo .
y
oportunidad , procura
a-
a
Lucae
XVIII.
r.
I.
T!tessal.
v.
17.
Tom.
VI.
22
Nada te embarace de orar
siempre ,
y
no te detenga_s
1
en
adelantar en la justicia hasta
la
rnuerte : porque el galardon
de
Dios permanece para siempre. ,
23 .
Antes de la oracion pre–
para tu
~n.
a
2. :
y
no seas como
un hombre ''
e
tienta a. Dios.
24
Acrrdate de la .ha en el
dia de
I~
coo&urnacion
3
,
y ·
del
tiempo
d~
·1a recompensa-que se-
ra
al volver del rostro
4.
.
2
5
Acuerdate de la pobreza
s
en
el tiempo 'de la abundancia ,
y
de las necesidades de la pobreza
en el dia de las
riq
uezas.
26
De la mafiana a
la
nQ–
che se mudara el . tiempo ,...
y
todas estas cosas son subitas
6
en los ojos de Dios.
27 El hombre sabio terned. en
todo ,
y
en los dias de. los peca–
dos
1
se guardarade la negHgencia.
28
Toda hombre entendido
conoce la sabidurfa ,
y
el dara
J
alabanza
~
que la hallare.
29
Los cuerdos aun en las pa–
labras mostraron sabiduria : yen–
tendieron la verdad
y
el derecho,
thesorar
m~rito~
de buenas ohms , que te
aprove.charin en el '?iempo de la necesi–
dad ., que es el
e la muerte.
6
Pasan en un momento en los
ojo~
de Dios, porque. no necesita de tiempo
para,:
iberar
y
hacer las mudanzas que
qui_si~re.
.
-
7
Y
mieritras el hombre sabio esti en
esta vida mortal en que vive en
una
<::t>n–
t inua 1:entacion
y
peligro ,
y
expuesto
a
caer en pecado a cada paso , cuidari sa–
cudir la pereza ,
y
tener despier'ta su
fe,
y
alentar mas
y
mas su confianza en el
Senor. El Griego
-rrpoG'E~El
&?ro
7rA'l1 fl.–
fJ.EAEi"s ,
se guardara de la iniquidad.
b Supra
v11.
18.
c
Supra xi.
27.
Ff