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2

ADVERT E~ CIA.

quiso·, que esta verdad

quedase

confirmada con

la

declaracion de

much~s

Testigos,

no

tanto por

la

verdad cq sí misma , quanro para mayor confusion de Jos que, tuviesen

osadía de combatirla. Quando

quar.ro

hombres escriben sobre

Wl

mismo argumento

en tiempos

y

lugares diferentes sin Comunicarse ni tratar los

WlOS

con los otros,

y

que pareCe que todos hablan _por una misma boca , se puede esto mirar

c~mo

Una

pl:"1eba

~con~inccnrC

de

Ia vérdad de lo ·que escriben. Y aunque parezca que cp algu–

nos lugares varían entre sí , esto mismo sirve de mayor prueba , para confirmar 'que

e

verdadero Jo que dicen. Porque si n

e hallase alguna diferencia en sus expre–

siones;

· o ·en

lOs

·tiempos

y

lUgareS

en

que

'Jubiescn escrito ; rio habría r.tzon con

que poder persuadir a los enerñigos de la verdad Evangélica , que habian dcxado de

unirse ,

y

de comunicar unos con otrrs

,

para e

;·ibir como de concicrro unas mis–

mas cosas.

Pero lo admirable es , que estas diferencias que se notan en estos quatro Sagra–

dos Escritores , no tanto se hallan en es mismas (<'>Sas ' quanto en la manera de re–

ferirlas ; siendo por otr:t parte tan constante b uniformidad que guardan en bs co–

sas substanciales , que miran a la verWd de la

Religi~t

, a la salud de las almas ,

y

al arreglo de las costwnbres , que solo se oye como una voz comuniCada por quarro

diferentes 6rganos o insrrwnenros. Y en efefro , si hubieran escrito cosas contrarias

]os unos a los otros ,

¿

como su predicacion

y

doéhina hubieran podido ser tan uni–

versalmente recibidas en la tierra? ¿Como hubieran podido avasallar

y

sujetar al dul–

ce

y

suave yugo del E,rangelio a unas Naciones tan bárbaras

y

tan feroces , com–

batiendo sus errores con máximas tan contrarias y repugnantes a la naturaleza, a

la

corrupcion , a los hábitos viciosos en que se habian criado , y a las tradiciones que

constantemente habían recibido los unos de los otros? ¿Como hubieran podido per–

suadidas , que derribasen sus ! dolos

,

que despreciasen los bienes perecederos de la

t:erra, que aspirasen a los eternos del Cielo , que reconociesen

l:t

esclavirud

y

ce–

guedad en que se hallaban ,

y

que abrazasen la verdaden libertad

y

claridad que

les ofrecían? Cosas rodas tan nuevas

,

tan nunca

oi~s

,

y

tan sq

1

1re las fuerzas n:t-.

turales no hubieran p' dido producir un efefro tan

,'nirable como la conversion de

todo el mundo , si su verdad desde los principios no l biera sido mirada como incon–

testable

,

y

como apoyada sobre testimonios de la mayor excepcion

y

en todo con–

formes: Y esta

es

la prueba mas sólida

,

que San J uan Chrys6sromo

y

otros ]>adres

recb nocen de .la perfefra uniformidad de los ruatro Evangelistas , en lo que nos de–

xaron escrito de J csu Christo, de su doarina ,

y

de su...Evangelio.

D espues de la Ascension del Señor, algunos E scritores antiguos dicen , que San

Mathco fué a predicar a la Ethiopia ,

q

otros que a La Persia. Eusebio :tfirm,\

1 ,

que

era voz comun en su tiempo

,

que Panthencs , Philosopho Stoico , habiendo abraza–

do la R eligion Ch.;;istiana , pasó a las Indias a fines del segundo siglo a predicar la

Fe de J csu Christo,

y

que alli halló el Evangelio de San Matheo escrito en Hebreo,

a donde se cree

habc~ado

San Bartholomé, uno de los doce Apóstoles

,

que

predic6 en aquellas

~cs

. T ambicn se refiere, que habiéndose descubierto el cuer·

po de San Bernabé a fines de 1uinro siglo

,

se halló sobre su pecho el mismo Evan–

gelio escrito en Griego; lo qu prueba, que aun en el

·empo de los Apóstoles ha...

biap

,u.na

ve~sion

authenrica

~~ Evangelio

de San·Matheo en lengu:a G riega.

~

Hzst.

Ltb. v. Cap.

K.

l