años antes;
y
aun dudaba de lo mismo que 1-eia, como se lo
habia profeti:rndo ·el Siervo de Dios cuando fué
a
despedirse
de él segun se ha dicho. A p esar de sus dudas
y
temores,
110
solo conoció
á
Fray
Martin, sino tambien al rclijioso que lrr
acompañaba, el cual era un S1tcerclotc, muerto taunbien ante·
riormente, y
á
quieu veia
y
trataba en el co1wento cuando e -
t aba vivo. Oíjole entonces Fray Marlin: "¿P or qué has anclado
"corto?" R esponcliole Vazquez: "¿En que negocio he sid,,
"corto?"
Declara todo lo que viste
y
supiste el tiempo que me
ac•mpañaste,
ar1adió el Sieno de Dios, y dicho esto, le mandó
que se recojiese,
y
él obedecio temblando por lo que le babia
pa sado.
A
pesar de esta clara aparicion, no cumplió Juan Vas–
quez el mandato
<le
l<'ray
1\'l:artin,
ó
porque en ese tiempo no
se tomaban í11formacíones, ó porque titubeaba sobre la verdad
de lo que h abia visto con sus mismos oj os, y escuchado con
sns oidos. Asi es que, pasado mucho tiempo de este suceso,
esta.nd<"l para imprimirse la vida del Siervo de Dios escrita por
el Padre l
'reseuta.doFray Bernardo ele Mecfüia,
R~j ente d~
estudios de
l conventodel Ro ario, envió
a
ll amar al mismo
Juan Vasquez, -rara que ó se ratificase en lo que antes babia
declarado, ó 11!1adiese lo que no hubiese
di~hp
por ohiclo.
•F né
al cenvento luego que lo ll amaron,
y
entrando por
la
Iglesia, se le aparecieron
de
nuevo F ray Martín con el otro re–
hjioso Sacerdo te difunto,
y
h ablandole el p rimero, le dijo:
"¿Como h as sido tan prote1To y tenaz, no haciendo lo que te
' "encargué? Anda prontamente,
y
declara cuanto sabes." Ve-
1·ificó1o; é insisti,,11do siempre Dios en ac.reclitar las.l'irtudes de
•su ·fiel Sie1To, aun d espues ele escrita y publicada su vicia, hi-
zo por sn intercesion nuevos milagros que constan del proceso.
ARTI CULO 4. e
N,¿evos milagros por intercesion de Fray 1"11.artin.
l.º
Llenmdo en
la
man'o D a. E lvil·a Mariano, una vasija
d e barro llena ele leche, topó con una \'entana,
y
h abiendose
J"Ot©
c;l vaso, se le entró un tiesto en un ojo con tal violencia,
que rotas las membranas, vertie ron los humores
con~eniclos
' en
.o!Il~s'.
Su dolor era tan intenso, qtte daba alaridos,
y
el oj o
s-e •le inflamó de moao, que parecia haber salido de la cavidad
!~uesósa
q"e naturalmente ocupa, clejasclose
'' el' al mismo
• u empo trnzes de las i1'.en1branas dislaceraclas. L lamóse
á
tm