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<'ncomernlasen
á
Dios, ofreciendo al mismo ti empo al P a<lre
E terno el espontaneo sacrificio que haría <le su vida en uuion
d~I
que _h!zo J esucristo en la.Cruz, para alcanzar por sus inf1-
mtos mentos, la_ p erse\•erane1a fin al que ninguno merece,
y
que
tlS
un don gratmto
<le
D10s.
D espues ele lo dicho, se notó qnc sns miembros
se
con\'c-·
lia11 con. crujido de dientes
y
su<lor fri o, p or lo que recelando nn
Rdigioso que el Demonio lo estuviese t1:ntanrlo en esa nllima
hora contra la
fé
y
esperanza, cerno lo ii abia hecho con otros
Santos,) e <lijo: "Fr.Martin. no dispute con el D emonio, porque
"sabe mucho, y es mny
astuto. Confie solo en la san gre de
"J esucri sto,
y
como católico, muera confernnclo la fé el e la lgle–
"sia,
y
esperando en la misrericordia del Señor."
Jl cs pondiole·
ol h11milde Fr. M artin: "Padre Maestro, los teólogos deben te•
"mer esas disputas
y
argumentos con el D emonio,porque como
"á sabios se valdrá ele su angéli ca p rofuncliclarl
para
tentad os;
" pero Satanás es tan sob erbi o, qne no se scnirit ele agudezas
" para turbar
y
combatir
á
un pobre D o,, aclo i3arh cro."
P a–
sado poco tie mpo, se lP. quitó el habla conscH ando sn razon:
y
notafülo el R eli gioso asistente, que se estremec ía de nuevo,
con el mismo su<lor, parecióle
q ue
su muHl e estaba
muy
pró–
xima,
y
le preguntó si haría sel1al para r¡uc se renniPsc la Co ·
municlarl,
y
le encomendase el a lma. - Contestó con la cab0za,
qne
110.
D espues de
1111
rato, se ajitó por tercera rnz con los mis'
mos sintomas, quedando por ú ltimo tranqui lo
y
placenter?,
como quierl se ve libre ele un gradsimo peli gro en que h abt a
estarlo.
Pregnntóle otra vez el Religioso, si tocari a para quo
se juntase la C omnni<lad, y con la cabeza hizo selial do
q.11e
si,
no cesando ele besar con tierna clevocion las mallos, pies
Y
costado del Santo Cristo que tenia consigo.
LI Pgaron
todos
los R eligiosos con el S r Arzobispo de M•ijico,
y
otros resp'.' ta–
bles ecle<insticos seculares
y
regul ares, para encom,,nrla rh' P.l
alma.
C anlaronle el C redo;
y
al entonar las palabras
Et
11
mo
f actus est,
aplicanclose al pecho el Crucifijo. sin hacer jesto uiu–
gnno, sino solamente cerrando los ojos. como quien duerme
tranquilatn<>nte, t:Dtregó su ben rlita alma al Criador, el dia
a
de N oviemblc del año mil seiscientos treinta
y
nueve, en tre oclta
y
nue,·e <le la noch e, á los sesenta años ele edad, cu:irenta
y
cm –
co ele R eligion, y treinta
.f
seis rle
prof~so.
Lloró tocio el con·
ourso la p érdida ele un \•ar.111 q ue edificaha t nto con su ejem–
plo;
y
el Arzohispo derramando copiosas
lágrimas ,
d.ijo:
"Aprendamos torios a morir, p ues esta Jecc1on es
lfl
rnas
1in-–
J!Ortante
y
diiic ulto1>11.."