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-149-

<'ncomernlasen

á

Dios, ofreciendo al mismo ti empo al P a<lre

E terno el espontaneo sacrificio que haría <le su vida en uuion

d~I

que _h!zo J esucristo en la.Cruz, para alcanzar por sus inf1-

mtos mentos, la_ p erse\•erane1a fin al que ninguno merece,

y

que

tlS

un don gratmto

<le

D10s.

D espues ele lo dicho, se notó qnc sns miembros

se

con\'c-·

lia11 con. crujido de dientes

y

su<lor fri o, p or lo que recelando nn

Rdigioso que el Demonio lo estuviese t1:ntanrlo en esa nllima

hora contra la

y

esperanza, cerno lo ii abia hecho con otros

Santos,) e <lijo: "Fr.Martin. no dispute con el D emonio, porque

"sabe mucho, y es mny

astuto. Confie solo en la san gre de

"J esucri sto,

y

como católico, muera confernnclo la fé el e la lgle–

"sia,

y

esperando en la misrericordia del Señor."

Jl cs pondiole·

ol h11milde Fr. M artin: "Padre Maestro, los teólogos deben te•

"mer esas disputas

y

argumentos con el D emonio,porque como

"á sabios se valdrá ele su angéli ca p rofuncliclarl

para

tentad os;

" pero Satanás es tan sob erbi o, qne no se scnirit ele agudezas

" para turbar

y

combatir

á

un pobre D o,, aclo i3arh cro."

P a–

sado poco tie mpo, se lP. quitó el habla conscH ando sn razon:

y

notafülo el R eli gioso asistente, que se estremec ía de nuevo,

con el mismo su<lor, parecióle

q ue

su muHl e estaba

muy

pró–

xima,

y

le preguntó si haría sel1al para r¡uc se renniPsc la Co ·

municlarl,

y

le encomendase el a lma. - Contestó con la cab0za,

qne

110.

D espues de

1111

rato, se ajitó por tercera rnz con los mis'

mos sintomas, quedando por ú ltimo tranqui lo

y

placenter?,

como quierl se ve libre ele un gradsimo peli gro en que h abt a

estarlo.

Pregnntóle otra vez el Religioso, si tocari a para quo

se juntase la C omnni<lad, y con la cabeza hizo selial do

q.11e

si,

no cesando ele besar con tierna clevocion las mallos, pies

Y

costado del Santo Cristo que tenia consigo.

LI Pgaron

todos

los R eligiosos con el S r Arzobispo de M•ijico,

y

otros resp'.' ta–

bles ecle<insticos seculares

y

regul ares, para encom,,nrla rh' P.l

alma.

C anlaronle el C redo;

y

al entonar las palabras

Et

11

mo

f actus est,

aplicanclose al pecho el Crucifijo. sin hacer jesto uiu–

gnno, sino solamente cerrando los ojos. como quien duerme

tranquilatn<>nte, t:Dtregó su ben rlita alma al Criador, el dia

a

de N oviemblc del año mil seiscientos treinta

y

nueve, en tre oclta

y

nue,·e <le la noch e, á los sesenta años ele edad, cu:irenta

y

cm –

co ele R eligion, y treinta

.f

seis rle

prof~so.

Lloró tocio el con·

ourso la p érdida ele un \•ar.111 q ue edificaha t nto con su ejem–

plo;

y

el Arzohispo derramando copiosas

lágrimas ,

d.ij

o:

"Aprendamos torios a morir, p ues esta Jecc1on es

lfl

rnas

1in-–

J!Ortante

y

diiic ulto1>11.."