Previous Page  96 / 214 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 96 / 214 Next Page
Page Background

- 88 -

l1al::ia perdido por su culpa. De este modo, la verdad conserva

humillado el entendimiento en los pecadores que conocen su

criminal miseria y desean verse libres de ella, y en los justos

que reprimen sus pasiones. Y como en estos la humildad no

solo deprime el orgullo del entendimieuto, sino tambien some–

te

el

corazon; el primer efecto que produce en el alma, es la

eompasiou de sí misma, la tristeza, el dolor y confnsion, medi–

tando lo que ha sido, lo que es

y

lo que puede ser. Pero la

vista de "Jesucristo cFucificado modera los sentimientos de esa

amarga consideracion, por la confianza que inspira al alma

contrita

y

humillada; y porque cuanto mas se penetra de su

propio demérito, tanto mas es abismada en el piélago inmen–

so de la infinita misericordia. Allí crece su amor al que sien–

do Dios se hizo hombre,

y

murió porque le amase;

y

allí ese

divino ainor se difunde hacia los prójimos, compadeciéndDse

de sus miserias,

y

deseal)dO remediarlas.

·

Cuando el alma, á pesar de estos sentimientos, no reposa

en la persuasion de que está justificada, porque, no obstante

toda certidumbre moral, puede ser objeto de ódio,

y

no de

amor;

y

porque

á

la luz de la verdad sabe que aun el mas

justo 'debe justificarse mas; la humildad de corazon que le

abrió el camiuo de la justicia, ,Pªra que, siendo· por la culpa

original ó tambien por las personales, esclava del demonio,

fuese deliciosa mausion de la Santísima Trinidad; ella misma

es quien la excita, acompaña

y

sostiene hasta el término de

su dichosa carrera. La hace conocer que su mudanza es obra

del Excelso:

y

que, si por tan grande beneficio se ha glorifica–

do su misericordia, ella debe hacer que por su. profunda hu–

millacion, se glorifique su justicia. Procura desde entónces

ofrecer continuamente al Eterno Padre, la Víctima divina in–

molada en el Calvario

y

en nuestros altareo, .en satisfaccion de

sus deudas,

y

une sus pequeños sacrificios con el de Jesus, pa–

ra que le sean meritorios: vé

á

las criaturas racionales

y

á

las

irracionales que le sirven

y

consuelan, como.ministros de la

divina clemencia; de su justicia

á

las que la afligen

·y

atormen–

tan; y todas la excitan

á

bendecir

y

alabar

á

Dios, porque se

digna tender una benigna mirada sobre tan despreciable cria–

tura. Crece su humillaciou, cuantas veces sieute la rebelion de

. su naturaleza contra la ley grabada en su espíritu, como efecto

de su criminal origen,

y

de sus pasadas iugratitudes: gime,

porque no puede librarse de ese cuerpo de muerte

y

de peca–

do;

y

confesando ,que es mucho mas delincuente

á

los ojos de

Dios que

á

los suyos, le pide perdon ·de los pecados ecultos,

y

de cuantos habrian cometido otrns personas por su causa.