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t~os
como fuera ,de ellos. Pero, así com,o,estos excelentes 'fa•
rones fueron celebrados en todas partes,
y
elendos eon.las
Lendieiones de los pueblos, nsi en las cercanías de In m¡re11te,
como despucs que consumaron su carrera,
y
tanto por su hu·
mildad, como p0r su obs.ervancia religiosa
y
s~
piedad, así
tamaien parece que l<t Diviu;t,Providcncia quiere qµe
á
un mis•
mo tiempo reciban juntos los honores
y
el culto que mere–
cen los bienaventurados.
Pues asi como el Papa Clemente XIII declaró solemnemente,
en el día 2 de Febrero del aiio 1762, ser constantes las ,l'irtu–
des en grado heróico del Tenerable Juan l'tlasins,
a!!Í· tamDien
declaró solei¡rnemente por dos decretos públicos en.el dia 27
del
m~
s.moFebrero, que eran evidentes las virtudes en grado
heróico del venerable l\fartiu de Porres. Cqmo, á mas
~e
esto,
fu~sen
confirmadas las virtudes en grado heróico de uno y,
otro siervo de Dit>s, mediante muchos milagros que hizo Dios
por iutercesion de ellos, se examinaron antes poritres vecf:!S, se–
gun es costumbre, los milagros que se decían hechos por iu–
tercesion del venerable Juan;
y
pareciéndole bien aprobar·
los
á
Nuestro,Santísimo Papa Gregor,io XVI, se a1lanq
el.cami~
no para que se diesen al venerable Juan los honores del alta·r,
!Dedi.ante un decreto, publicado el 31 de Enero del afio que
corre, 1836.
\\' así como Su Santidad babia recomendado los milagros ob–
teuid0s por intercesion del venerable Juan¡ así tambien npro–
bó rectamente, por decreto dado á luz el
20
de Marzo próxi-.
mo pasado, los milagros que se decían
haber~
obtenido invo–
cando al venerable l\Iartin, habiendo precedido igualmente las
consultas ac0stumbradas.
Nada, pues, faltaba para que se decretase tam!>ien al vene–
rable l\fa.rtin el culto de los hiena venturados, siuo el que, se–
gun es costumbre, se discutiese la última duda, á saber: si
habiéndose a.probado las virtudes
y
los milagros del siervo de
Dios; se ppdria proceder con seguridad á su beatificacion .. Por
lo ta¡0tp, habiéndose convocado las juntas generales. el dta 2,6
de-Abril pró¡ümo pasado, concurrieron en el PalaC10 Aposto–
lico del Vaticano, no solo los reverendísimos cardenales en–
cargados de los Sagrados Ritos, sino
t~mbien
los demns pa·
dres,
y
se resolvió, por el sufragio unámme de
~odos,
acerca
de dicha ducfo•, que se podin proceder con seguridad,
Pero el Santísimo Seiior demoró su resolucion, hasta que
con fervorosos vuegos se implorase el auxilio de
~a ~terna
Sa–
biduria, ·para concluir tan árduo negocio. Apro11ma!1dose .en·
tre tanto la a;oual festividad del santo patriarca Domingo,
JUZ·
'!a