-226-
Ytrasmitió la doctrina del maestro en toda su integl'idacl. Clean–
to pasaba casi
toda.lanoche sacando agua para un hortelano, con
ol1jeto de atender
á
su subsistencia, y poder dedioarse duraute el
dia al estudio de la filosofia. Crisipo discípulo y sucesor de Cleall–
to, era de Solí, ciudad de Cilicia, fué reputado por el mas firme
a.poyo del Pórtico por las ,brillantes dotes de su ingenio.
La filosona e tóica se di idia en lógica, fisica y ética. La. ló–
gioa se ocupaba del criterio de verdad, que lo ponian en la repre- '
sentacion verdadera. En la flsica t rataban de Dios y del alma.
Dios e tá difundido en toda la
ma~eria,
como nuestra alma está
d~fundida
en tollo el cuerpo. Dios con su providencia tiene cuida–
dode toda& las cosas. Admitian el fatalismo. En la.ética admi–
tían el siguiente principio:·
Sequm'e
naturOlln,
ó
V¡'VB
secunclu'ln
nat1tram.
Por naturaleza entendi1:1,n la razono
'La lógica 4e los estóicos, como de todos los damas filósofos de
aquel tiempo, es el sistema del Rensualismo. En su física adulte–
raban la ,idea de DlOS, atIibuyéndole mudanzas
y
evoluciones,
y
aun parece que identificaban á Dios eon la naturaleza; quitaba.n
la inmortalidad del alma y su libre albedrío. La ética con sus
exageraciones
y
sentencias fastuosas ora idónea para animar, pe–
ro casi siempre era
e~tél'il,
porque era impractible. Con todó en–
tré los estóicos hubo algunos dotados de ingenio y magmmimí–
Jau, que superaron ]Jor sus virtudes Ulorales
á.
los demas filóso–
íos, singularmente á los eseépticos y epicúreos. Se distinguieron
en esta e¡.. ouela Perseo, Ariston y HEllilo: entre los mas modernos
son célobres Diógenes el babilonio, era de Seleucia que estalla in–
ll!cJ ;<::.Lt.
á
:Babilonia, Antipa,tel' de Sidol1, Panecio lZodio que
eS
J
cribió el '{'mtac1o de los deberes del hombre, y Posidonio de Apa-
mea de Sjria.
.
I
XIII.
Filosofía
Gl'ceo-romana.
Los romanos no tuvieron filosofia propiá, pero adoptaron ca–
si todas las escuelas de lo Griegos, ptllcipalmente la Acaaemia
nueva, .el epicureísmo yel e toicisíno. Entre los fautores de la
Academia nueva es celebÉrrimo Tullo Ciceron, nacido en Arpino
en Italia en 107 antes de J esueristo, convüme con los nuevos
ac~c1émicos en negar la absoluta certeza,
~dmitiendo
solo la verOSI–
militud, parece que está incierto y dudoso aun de las verdades de
grande importancia., como la eDstencia de Dios y la inmortali–
el
ad del alma, plincipalmente cuando trata dé estas verdalles no
roatoria sino científicamente.
,