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pios de,la metafísica y es fecundí ima por su, con, e('11 neia", Tam–
bien es kl.udable por haber pue t o u 1 oj el'cicio Ll la mzon lit
union de la virtud y de la bieuav ntut'anza. Pero
y
n a mi
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blement e al admitir la. eternidau d la mnteria
y
quo _- i' te d
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sí, dotada de propiedades indepeuL1icnt dol pod r d Dio::;
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esta repugnante supo icion de truye la illea ele la. olD llipotcn
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divina. Niega la inmortaliuad ue lás almas inüividualeil, quitan–
tando así los premios y pena de la otra vidt1: de:;truyo In,
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que promueve las buenas costumbres. Cout l'ói.riitnüo
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senLi –
mientos de justicia y de humanidad apruoba la guerra
y
la, e, d a–
'vitud ampliaudo indebidamente los derecho do los ' amos sob ro
los e, clavos. Es altamente inmoral lo que en. eña sobre
01
abor-
to y la exposicion de los niño .
.
Los filósofos mas célebres de la escuela peripatéti ca ntl'o
lo~
Griegos fueron: Teofras to
y
E traton. El primero fu iUUloLli ato
suce or de Aristóteles,
é
inmutó algunas co 'a' de la doctrin a. d "l
maestro: el otro se apartó de tal modo de la doctrina ele
f
l'h;tl)–
teles, que negÓ la existencia del primer mot or distin to le
la
nm–
t eria,
y
cayó~en
el.mas grosero ateismo.
x.
Pirron
y
la
escuela escéptica.
PirroR nacido en Elis en 3 4 antes de Jesucristü oyó
á
lUU–
'chos filos6fos, esforzá,udose en refutarlos
á
todos oponiendo
la:
docttllias de unos contra ottos,
deja.bainciertas todas las cu 'tiu–
nes. Sus discípulos se ll amaron
P¿rrónic'Os
ó
escépticos
del greigo
skept'ikos,
contemplador, quemedHa, que examina, profesaban la
doctrina! de dudar de todo, ó 'de examinarlo todo sin decidir nada
acercá de la certeza de los hechos ó de la verdad de la cosa '.
El escepticismo es la muerte de la lJ¡teligencia. El escéptico pa–
ra ser consecuente en su sistema, debe dudar de sí mismo y de
su propia razono
Entre los discípulos de Pirron se distingue Timon de :E'liunt tl
que los antiguos tíenen por testigo é intérprete fiel de las doc–
trinas de su maestro. Timon escribió mucho en prosa yen ver–
so; pero entre sus versos son célebres sus
Silos
(especie de áti–
ras) en los que impugnaba
á
los filósofos antiguos y contempo–
ráneos, por 10 que se le tlió el sobrenombre de
'Silóg1·afo.
Des–
pues de Timon aparecieron otros escépticos en la Grecia, pero
no forma.ron escuela.