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mo enseñaba Zenon; pero para negar' mas fá.cilmente la multi–
plicidad, intentaba probar que el movimieuto e' impo ible:
ri–
sibles son sus argumentos contra la existencia
y
posibilidad del
movimiento. Empédocles enseñaba que todas las cosas cons–
t ituyeron primeramente un solo ser; empero ele este ser le fue–
ron extraidas algunas partes, que ahora forman los seres par–
t iculares
y
contingentes; por lo que su sistema era mas bien el
emanatismo que el panteismo.
La escuela llamada
ato?'YIJÍstica,
porqne sus filósofos enseña–
ban que los elementos de las cosas son
áto?n@s,
Ó
partículas
in–
diYislbles de
la
materia, tUYO por autor entre los Griegos
á
Leú–
cipo, del cua.l casi nada mas dicen los antiguos, sino que él
y
Demócrito su discípulo, tuvieron la misma
doctr~na.
E
Jsef.¡a,ba
Demócrito que babia dos principios
primarios~de
las cosas, el
va–
cio y los átomos. Supone que los átomos dot:1dos de gravedad,
se imprimen mútuamente el movimiento en infin.ita sucesion,
y
de su coucurso y adbesion se fonmaron 1'os vari9s cuerpos
y
el
'universo entero; en este génesis del mundo, no bace mencion
de Dios. La misma alma humana no es mas, segun Demócrito,
que un cuerpo compuesto de átemos mas sutiles. Las percep–
ciones y volicioues se efectuan en el alma por las
vmágenes
que
emanan de los cuerpos externos, y penetran hasta el alma, me–
diante los órganos de los sentidos. Demócrito toma el disorimen
entre el'bien
y
el mal moral ó la regla de las acciones morales,
de la delectacion que ellas
caus~n
á
nuestra alma, de modo que
es bueno todo lo que deleita, y malo todo lo que desagrada. Así
la filosofia de Demócrit o, además del ateismo con que está. man–
cbada, sigue los absurdos del materialismo, del fatalismo
y
del
egoi mo..
.
En CEte periodo.apareció la escuela
sofistica
despues de las
otras. Llamábanse sofistas los que por ostentacion ó por .ad–
quirh' dinero recorrian varias ciudades de Grecia enseñando la
elocuencia y la filosofía. LQS sofistas mas célebres de este tiem–
po fueron Protágoras de Abdera
y
Gorgias de Lentini¡ su doc–
t rina DO merece el nombre de filosofía, pues enseñaban que era
imposible conocer la verdad,
y
que. de cualquier cosa se podía
afi rmar y negar lo. contrario;, se jactaban de presentar el arte de
disputar sobre todas las CQsas con igual verosímilítll,d por ambas
partes; por lo que sus sáfisterias tendian direct amente
{~
la ne–
gacion de la filosofía y
á
la destruccion rde toda cieJ;lcia. Parece
que la escuela sofistica se originó- de las interminables disputas
de las escuelas filósoüoa-s, cuyas doctrinas eran demasiado ex–
clusivas, y muohos permaneciendo suspensos entre tantas opi–
niones opuestas, al fin cayeron en el escepticismo, y d.eclararon