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La falta de signos de puntuaci6n, porque se
usaba tan sólo el dos puntos y el punto final, este
último
á
veces cuadrado, otras veces redondo,
y
algunas veces en forma de estre Hita:
la coma,
el punto
y
coma, los puntos de admiración
y
de in.
terrogación y los paréntesis estaban excluidos del
todo, dependiendo su falta, de la exactitud con que
los impresores de aquella época querían imitar
los manuscritos: sin embargo, poco después se
introdujo en la puntuación una rayita oblícua en
lugar de coma. la que fué reemplazada en seguida
por la coma. Tampoco se usaban notas ortográfi.
cas, como el guion. comillas, asterisco, puntos sus–
pensivos y párrafos.
5... La poca igualdad y grueso de los caracteres,
defecto que se observa visiblemente en algunas
ediciones pero que no se deja notar en otras.
6...
La falta de guiones para dividir las palabras
al final de las líneas, pues para evitar esas parti–
ciones se usaba de un sin número de abreviatu–
ras para demostrar que una
6
más letras se ha–
bían omitido en la palabra abreviada, como por
ejemplo: la
e
simple, era generalmente empleada
en latín en lugar de los diptongos
a
y
tE;
la
x,
en
lugar de
et: neq
y
quib,
por
neque
y
qu·ibus; cparone,
por
comparationes;
como también se usaba muy á
menudo la letra
q
con un travesafío á la mitad del
palo, por
quam, quod,
etc. Las abreviaturas que
más particu !armen te se usaban en espafíol, eran
a,
en lugar de
an,.
;;;
por
on,.
';,
por
un.,-
q,
por
que,
t$,
por
de;
y,
por
vir
y
ver; p
con un atravesano
en
la mitad del palo, por
per
6
por;
e,
por
en; ;,
por
in;
i,
por
gra;
p,
por
pre,.
q,
por
cua~·
c;puesto,
por
C(lmpuesto; c-¿plexio
por
compltxion;
etc.
7 ...
Los márgenes frecuentemente eran car·
gados con una variedad de dibujos de santos, ca
zadores, animales, mónstruos, flores
y
demás ador·
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