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EL
!--JOMBRE
ben10S
exercitarnos de tal
111an ,.
en las
an~las,
para la defensa pro–
pria,
y
ofensa agena, que quando
se nos ofrezca ocasion honrosa para
exercitarlas·, poseanl0s tan bien su
11lanejo,
y
tengan10s el cuerpo tan
agil,
y
bien dispuesto, _que pod
1110S
prOLl1eternos
el
vencinliento de
.,
.
nuestro contrarIo,
o
contrarIos: no
contentandonos con la plleIÍl ll1axi-
111a
de ser bastante prueba de- valor
el sacar el acero,
y
exponerse
al
riesgo
á
que nos
lJeva
la honra;
Fues lo cierto es , que el que con–
tiende,
y
no vence, casi puede tener
la verguenza de vencido, si no es
que la cantidad de los agresores sea
tan superior, que la perfeéla defen–
sa propria se pueda tener por una
especie de vcncitniento ageno :
Y
conlO sea cosa natural, que en to–
dos
105
lnas h01Ttbres,
y
principal-
111ente en
la
juventud,
arda
el des (