~I4
EL
HOMBRE
causas
por
que
se
111ucven
á
los
ri ..
gos
de la
vida,
y
(lo
'que
ln~s
es)
á
los
de
la
honra,
que
esto
trabe
consigo,
sin
duda
que
nos respon–
derían
general111ente, que
eran
~110-
vidos por el
deseo
de adquirirla
ll1U:–
cho
l)1aS
que
por
el odio,
ó
la
11 -
cesidad: cosas all1bas, que se
e~cuentran
111Uy
rara
vez;
y
al
contra...
rio
111UY
4e
orqinalio
en
estos
r~ñi
dores las pendcl-:cias,
y
desafio$ yero:–
daderos ,
ó
fingidos. Siendo lo cier..
to , que lo uno,
y
lo ~ otro
casi sienl–
pre acarrean el descredito , en vez de
la
buen~
opinion , que
se solicita,
y
plldiendose asegurar por
experien'':'
cias
innegables,
que
hay
pers~nas
de
valor
á
quien en
c~d~
parte
se
pue–
de
señalar con el
dedo ,
que
la~
lnaJas c0111pañias,
Ó
el proprio ge–
nio
pendenciero ,
han hecho
ad–
quirir
ren~)l11bre
de cobardes , en
vez de falua de
vale.ro~os.
L.o
qual
p. -