2.
12,
EL
HOMBRl,
to
de
gentes extrañas ,.
y
aun
, llat~arlas
COlno auxiliares, por una,
y
otra parte de las que contendian
-"sobre el Ill1perio, velnos haver he–
cho
aquellos Pueblos capaces en
la
disciplina
R0111ana ;
y
n'aturaln1ente
debe1110S creer, que estarian in
:lpr"os
á
exercitarla, C01110 cosa nue–
valnente recibida entre ellQs, y en
que enlpezaba .á :crecer la virtud.
A
que
se
juntaría el ' conoci111iento
-de
to~as
las Provincias
,y
flaquezas del
ltnperio, donde acostulubrados tain...
bien' . los
Pueblos
al 'trato de estos
,extraños, que antes les eran
horro~
-
rosos-, es cosa natural, que pusie–
sen nlenos vigor en la resistencia
de
s~
d0111inio,
á
el filOdo que ve–
rnos suceder hoy
en :
los
Reynos de
pngria,
y
Polonia " donde la fre–
quent~
c0111unicacion con los Tur–
cos
hace
yá
que
~asi
tengan por in–
diferente
su
-doluinacÍon,
y
la anti-
~ .
gua