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...
~4
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XI
Diez
J
ocho siglos
de,
ant.ipatia'.
No eran las·seis cuando
D~
Buenaventura
y
. Daniel Morton se..hallaban solos en la habita-
.
"
ción de Caifás. Los chicos hablan sido envia-
dos
á
la calle por su padre,
y
éste, después de
.ahondar
un'
poco la .
s~pultura
abierta en la
t'arde anterior, se ocupaba en enterrar
,á
uno
de esos pobres múertos que entran en lp, in ..
mensidad misteriosa de la descomposición sub..
terránea sin amigós, sin 'cánticos religiosos,
sin lágrimas, sin flores, sin mortaja.
Par~
esos
todo 'es materia
y
verdadero polvo..
~
Ambos
caballeros, después de contemplar un instante
tan
'~riste ~sceDa,
se sentaron junto
á
una
mesilla co-n tapete de hule que en mitad de la
pieza había. Uno'
y
otro callaban, bastante
perplejos, diciendo para sí:
e
El hablará pri–
mero.- Por fin D. Buel1aventura rompió el si-
lencio. .
í
·.Nada necesito indicar
á
usted-dijo con
torpeza,-de las inmensas desgracias que han
caído sobre mi familia. Usted las conoce bien ,
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