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JUEGOS FLOHAL'ES
D~~de
luego a•lquirio gran sirnpalía.
P"~'
nqm·l
uiño, pet·o esta simpatla se <Jt\IIVÍrtió en cariflo pai:ér·
nal: as] que vio que aquel joven estHlm dotado tlt3
eorazón
uoble
y
sensible, palaLra
ele~nte
y
ÍH-bil.
imaginación brillaut.ísimn
y
a!-;peclo ret,díttleramen–
t.e
~e<luctot·.
Pc\llilla tomó
á
sn ('argo
ií.
Juan
y
complemeu·–
tó sn
e<.luea.~.ión.
Desde este rnome11to
]¡,
hi~-;toria
del
nno
viene
á
ser
la
del
ot.ro.lDr~Ll
pndre
é l.ij.o;
comp~ñet~os
in·
separables;
jnut.ossiempre eu las fanuas
~141~'h·o!m~
y
eu
el vivac <le la
ea~paña,
ya
St'a
revoh·ietHlo la
amoro~a
lnmbre del h0gar ó el fogó11 <le un campa–
mento.
Juan ent.regó sn alqH\ vírgen, etwmora<la
y
pura
n \
7
iceuta Qniróz, LellAZh de diez
y
seis
nño~,
vi
e
tima
de In
codicia de sns pa<ilres que lf\ tliet on
en matt·imonio
á
tm
viejo audalú7., pocferoso miue
t·o de Po1 co.
Como es facil comprender, el
vi~jo
atHlalú7. •
uo snpo inspirar
á
su bella
y
jóven esposn-siuó un
sentimiento
'de
otilo
y
repnisióu, ahrién<lose aqnel
col'azón virgiunl, con todoA los encautos del primer
amor,
á
las
ardiente~
miradas del apasiona(lo
Jnan.
lnex
perl.ol'.
ébd,f!~:!,
locos de amor veían cruzar
jnntos las más bellas horas de
sn
vida,
a
la apacible
lnz de la luna, bajo las ramas de
nn
tal'{'O
y
eu la
orilla de nn
~u'l'oyo
bullidor.
Inspit-a.lft el poeta por cuadro tan se<h1Ctor,
lauzaha al aire con dnfce eco, una cancion de
lHTIOI'
compuesta pot'
eJ,
en el idioma matel'11(1
1
y
\ne
go, uuidos por tierno
al,n,~o,
coufunJ1au
sus al·
mns
en nn beso apasionado.
El der.répito
E-Sposo
de Vicentn, anliendo en ce
lo~.
los
sot~preutlió
nna noche. Vi.:!eut-a se encon·
traba arrobada eu brazos de
su
arnnute, que arro-