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INJUSTICIAS EN LA MUERTE
hacetnos obr¡:ts que dén fuerza
á
los difcurfos.
L;i.
caridad
es
la
n1as cierta profecía de aquello que
ha
de fucederle
á
cada uno
en
eíl:a
vida;
y
fi efia tiene
el
SacerdGte, le fobran las profecías. Los
J?ifcipulos ocultos del Señor, en
el
Concilio , no profetizaban;
pero fentian
la
n1uerte del Salvador ,
y
lloraban aquella iniqua
fentencia : de efios que no fon Profetas apruebo yo
el
parecer,
que
arden en
la caridad.
1 1
El otro fentido es , que bien puede decirfe , que aque ,
llas palabras , no las dijo como fuyas :
A
femetipfo non
dixit.
Por..
-que yá efiaba Cayfás apoderado de
la ira,
de la envidia, de
la
an1bicion,
y
codicia : y pofddo de tantas pafiones, puede de–
cirfe , que no hablaba
tl,
fino que dejaba hablar
á
todos efios
v· ·o
que reynaban dentro de
él,
como
fe
dice de
un
hombre
onado ,
y
perdido, que efiá yá fuera de
sí ,
que no puede
mas contigo. Dios nos libre de dar tanta mano
á
las
pafiones,
que no folo nos venzan , fino que nos gobiernen ,
y
precipiten.
Es necefario obrar on fuerza refervada en lo n1alo ; y
yá
que fe
obra, contenerfe lo pofible, para que no llegue con
el
alma
á
lo
peor.
12
Fina 1 ente
la
profecía,
aunque
falida de aquel duro
corazon , al
G
ntido de San Juan fue certifsima. ¿Pues cómo
pu–
diera eHiruiríe á vida
el
hombre,
fi
E<'r
a
po muriera
el
Ho1n–
bre Dios? Pudiera , Señor, rcftituirfe
a
la gracia efia perdida na–
turaleza,
fi
no
muriera por ella
el
mifino que
la
crió? Vos, J efu s
mío,
la criaíl:eis,
y
nofotros la perdemos: era forzofo que la re–
paraífe
el
mifmo que la crió ,
y
que la mifn1a 1nano que la for–
mó,
la
refonne. No podiais , Dios fol-0 padecer, quiGíl:eis ha–
ceros Hombre , para poder padecer. El fin fue 1norir para
que.vi–
vamos todos,
y
el
medio honrar la naturaleza, para que nos
me .
joren1os. Fuifieis Criador antes de la Encarnacion , Maeíl:ro an–
tes de la Redencion , Redentor en vueíl:ra muerte ,
y
Pafion;
{i
Yos no huvierais 1nuerto Por nofutros, perecieran las ,almas Gn–
tas en
el
Li1nbo, no halláran tan facilmente
la
grada los pecado–
res ,
y
no pudieran confeguir gloria los juflos. Siguieramos,
G.
1Vos no os huvierais manifefiado,
d
curfo
de
nueH:ros errores ,
é
idolatrías,
y
apenas pudiera librarfe
la
pofieridad humana
de
fe r,
Ó
Gentiles engañados,
6
relajados Hebreos. Hallafieis
el
mun–
do lleno de culpas ,
y
como las tinieblas huyen de la fuerza de la
luz,
huyó
nueíl:ra n1alicia ,
y
miíeria
de
vuefiras
altas
.virtudes,
to–
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