Lectura para construir un pafs democratico con equidad social
desestimar esta compafifa si con ella ingresamos al ara de los
templos, a lo rec6ndito de los palacios, a la ermita de los
santos? iY hasta a los pliegues mas fntimos del alma de los
seres extraordinarios que habitan -mas lucidos que nunca–
en las paginas de los textos!
Y no solamente a traves de los libros es que ofmos y
hablamos con los vivos mas gloriosos sino que -como nos
lo precisaba don Francisco de Quevedo- con el libro y la
lectura: «Entramos en conversaci6n con los difuntos y
escuchamos con los ojos a los muertos». Ella, la lectura,
nos hace poseedores del mundo, experimentadores de los
destinos de los seres de fabula, cuyas capas abrochamos
sobre nuestros hombros, cuyas botas calzamos y cuyas
espadas blandimos. Nos situa en el acontecimiento
trascendental de vivir con el maximo de significado y de
valor. De allf que Jorge Luis Borges imagin6 el parafso en
la forma de una biblioteca, o la felicidad perfecta como
una lectura interminable de un libro infinito.
3. PERSONA 0 COMUNIDAD QUE LEE SE ALIMENTA MEJOR
Sin embargo, hay quienes aplazan la lectura para epocas
de bonanza y contraponen el acto de leer al acto de
alimentarse, de vestirse con dispendio o de tener bienes
rafces que les aseguren una vida y un porvenir confortables.
Antagonizan el acto de leer con el de nutrirse y comer,
pensando que hay que arreglar primero lo basico y esencial
para despues pretender atender lo que situan en un nivel
lejano, abstracto y trivial. lPor que vamos a considerar
opuestos el leer y el comer? lPor que las paginas de un
Ii bro van a estar en pugna con el aguadito de polio, el plato
de lentejas o el punado de arroz?
l
Por que creer
-o
aceptar-
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