que los impresos..registrados denotan la significaci6n cultural de la obra cumplida por el
tip6grafo turines. Y tambien lo es que aun despues de sus dias sobrevivi6 su ejemplo, pues el
taller fue adquirido
(l
8-VII-1605) por Francisco del Canto, su continuador. Originario de
Medina del Campo, habia viajado al Peru ( 1586) con animo de oficiar en la venta de libros;
y es 16gico suponer que
inm~~iatamente
iniciase tratos con Antonio Ricardo, a fin de incluir
en sus operaciones los
q~e ~ste
habia empezado a imprimir. Pero no era muy pr6spero el
comercio librero, o exigia llevar a cabo enojosas andanzas para llegar hasta los clientes, o
gusto del oficio despues de haber empleado algunos ocios en la manipulaci6n de tipos y
prensas, y, tras de comprometerse a servir como aprendiz, lleg6 a dominar el oficio, sucedi6
luego a su maestro, y condujo el taller hasta su muerte ( 1618). Ambos, entre mwtiples
dificultades, legaron a la posteridad una importante serie de obras que abrieron caminos a la
creaci6n y la erudici6n, y que hoy estimamos como los incunables de la irnprenta limefia.
En memoria de los trabajos cumplidos por Antonio Ricardo y Francisco del Canto, y
como secuela del IV Centenario del establecimiento de la imprenta en Lima, las bibliotecarias
Irma Garcia, Silvana Salazar y Dionicia Morales, han llevado a cabo un meritorio
Catalogo
de Incunables peruanos.
Inicialmente alentaron el afan de comprobar la exactitud de los
registros bibliognificos pertinentes y la integridad de los antiguos impresos limefios que
guarda el mayor repositorio de nuestra cultura. Acometieron un met6dico y exigente escrutinio
que ha dado a su proyecto originario un caracter distinto del que aparece en otros estudios de
su genero. Aun los mas acuciosos suelen limitarse a los datos de la cubierta y, ademas de los
detalles correspondientes a la paginaci6n, incluyen en la descripci6n grafica el formato y las
ilustraciones; pero las autoras del citado
Catalogo
han atendido escrupulosamente a la tecnica
de la irnpresi6n, y consignan las dimensiones de la caja y sus eventuates alteraciones, los
reclamos tipograficos en los cuales se indican las transiciones de pagina o columna, las cifras
alusivas al control de los pliegos, errores de foliaci6n, y, por afiadidura, las observaciones
determinadas por el estado de conservaci6n y las sefias peculiares del ejemplar existente en
la Biblioteca Nacional. Ademas, detallados indices de contenido en los casos que lo requieren,
notas biograficas de los autores y algunos personajes comprometidos en los impresos, y
referencias bibliograficas. En suma, el resultado de un registro tan paciente como acucioso,
y claramente destinado a proprocionar imponderable ayuda a los investigadores de la cultura
peruana.
Especialmente interesa el enfasis que
el
Catalogo
pone en la descripci6n grafica de los
incunables, porque los estudios historiograficos no suelen considerar
la
evoluci6n tecnica del
arte de imprimir, cuando trazan el panorama de alguna epoca. Se destaca la importancia de los
contenidos facticos e ideol6gicos de los impresos, porque ellos traducen
las
inquietudes y
las
tendencias del momento respectivo; pero no debe ignorarse que los caracteres de
la
impresi6n
constituyen una version de
las
concepciones esteticas y
las
practicas manuales correspondientes
y, en rigor, son huellas precisas de un nivel de la realidad cultural.
Cabe subrayar que s6lo aparece en el
Catalogo
la
informaci6n pertinente a 39 incunables
limefios, o sea, el 35 por ciento de los queen total imprimieron Antonio Ricardo y Francisco
del Canto. Pero debe destacarse que tal limitaci6n puede ser subsanada a base de las copias
fotomecanicas de los restantes incunables: pues, asi como se ofrece un cuadro en el cual
aparecen "las bibliotecas del mundo" en las cuales se puede hallar ejemplares de los 39
I
incunables registrados en el
Catalogo,
es obvio 'que tal censo puede ser ampliado, y a
la
VIII