Gual, por los conservadores, y a Benito Laso, Pedro Gálvez y Francisco de Paula
González Vigil por los liberales. Se refiere también Basadre a la participación de
otros liberales que se destacaron después como Sebastián Lorente,José Gálvez,
José Silva Santisteban, Luciano Benjamín Cisneros, J. M. del Portillo, José M.
Quimper, Simón Tejeda, entre los más conspicuos.
De los conservadores el
más
destacado fue Bartolomé Herrera, de gran actuación en
los escenarios político, eclesiástico, diplomático y educacional. Erauna de
las
vigorosas
personalidades del siglo XIX y ejerció papel preponderante en el diseño de la
reforma educativa. Al asumir la dirección del Convictorio de San Carlos, en 1842,
declaraba que si la Providencia lo protegía en la ardua tarea en la que iba a empeñarse
<<antes de ocho años una generación nueva saldrá de San Carlos a cegarla fuente de
lágrimas que ha immdado a la República>> y cumplió su propósito, pues, como
escribeJosé Pareja Paz Soldán, «del Colegio Carolino surgió, formada por Herrera,
la generaciónmás ilustre, brillante y honesta que ha tenido el país»; muchos de sus
integrantes habllan de discrepar y polemizar más tarde con las doctrinas del maestro
desde la tribnna periodística o desde el escaño parlamentario. Conservador y
dogmático, solidario con las tradiciones hispánicas, Herrera se empeñó en dotar ala
República de una 'nueva doctrina' y asumió la tesis de Guizot sobre la soberanía de
la inteligencia. «El derecho de dictar las leyes -escribirá-no pertenece al pueblo,
pertenece a los
más
inteligentes, a la aristocracia del saber, creada por la naturaleza>>.
EL SERMÓN DEL 28 DE JULIO
La polémica se inició con el sermón del28 de julio de 1846, cuando desde el púlpito
de la catedral de
lima,
Herrera abordó con sorprendente determinación el regreso al
ordenmoral y político bajo los valores y tradiciones españolas del coloniaje. Después
de una interpretación providencialista y autoritaria de la historia del Perú, Herrera
debió asombrar a los oyentes con nn vibrante elogio a la conquista «¡Gloria a los
que la acometieron! ¡Gloria a España! Y gloria a Dios por haber dotado a la nación
española de la inflamada fantasía, del corazón generoso, el carácter que era menester
para semejante prodigio». Dijo, que la emancipación solo «trajo consigo principios
falsos, impíos y antisociales». Expresó después que <<Existe una autoridad necesaria
que gobierna desde adentro» y que <dos jueces, los legisladores, los jefes son sus
mandatarios. La soberanía popular no es sino la obediencia a las autoridades
conforme a la volnntad divina. Los pueblos tienen el deber de obedecer a su
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