Basadre afirma que este episodio fue definitivo para modelar su vocación de
historiador
y
bibliotecario: «Tenía dieciséis años cuando abandoné de esta
manera, absorbido por «el vicio llnprme de leer» la perspectiva que se me
había abierto para el futuro en rmo de los buenos «estudios» de abogados de
Lima.>> (Basadre 1967: 6).
En el año 1920 es contratado como «auxilian> de la Biblioteca, por gestión de
Luis Alberto Sánchez
y
Jorge Guillermo Leguía, ambos funcionarios de la
institución. Iniciaba así su vida bibliotecaria, desde el prllner escalón de la
pirámide laboral.
Por entonces todavía se sentía el eco de la polémica Ricardo Pahna-Gonzáles
Prada, sobre la gestión que ambos desempeñaran en la Biblioteca Nacional
(Padró 1991: 27). Palma renrmció en 1912 al cargo de Director, luego de
treinta años de abnegada labor en protesta por el recorte de sus atribuciones
para nombrar
y
remover personal, emprender reformas reglamentarias
y
disponer del presupuesto necesario. Elllnpacto de este hecho puede verse en
el artículo que suscribiera Luis Ulloa en las páginas de
La
Pn:nsa:
¿Es posible, en efecto, que el gobierno imagine que después de derogar
un artículo del reglamento bibliotecario, para disminuir las facultades
al director
y
después de notificar que quien va a la Biblioteca no puede
ser escritor libre e independiente, ni dispondrá de la integridad de su
pensamiento; es posible, decimos, que se imagine, después de todo
esto, ese gobierno, que haya alguien, consciente de su dignidad
y
de su
mérito como escritor que se incline para recibir semejante presente
griego? (Ulloa 1912: 1).
Manuel Gonzáles Prada aceptó el cargo de Director de la Biblioteca Nacional
y
tuvo que sostener el debate de que en realidad no era bibliotecario sino,
principalmente político, pues su designación respondía a los nuevos
alineamientos generados por el cambio de gobierno. Los siguientes años de
)
inestabilidad gubernamental marcaron la vida de la Biblioteca Nacional .
Cuando Basadre ingresó ejercía el cargo máximo Don Alejandro Deústua que
gestionó hasta 1928. No obstante, para el historiadorRubén Vargas Ugarte,
En 1912 ascendió al Gobierno Guillermo E. Billinghurst, que fue reemplazado por
Osear
R.
Benavides en 1915, en ese mismo año fue ungido José Pardo
y
Barreda hasta
1919 en que un golpe de estado colocó a Augusto B. Leguía.
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