BREVERESEÑA HISTÓRICA
LACORA
J
osé Bernardo Alzedo desarrolla la historia de
un honesto y noble capitán español llamado
Alonso de Malina, que ama a una bella virgen
consagrada al Templo del Sol Es una pieza mu–
sical inspirada en el libro de Jean Francois Mar–
momel (1723-1799) titulado
Los Incas o la Destruc–
ción del Imperio del Perú
publicado en París en
el año de 1777 y luego traducido al castellano en
el año de 1822 por Francisco Amonio Cabello y
Mesa para su edición en París por la editorial
Masson e hijo.
La Biblioreca Nacional del Perú posee los dos to–
mos de la referida obra literaria e histórica. y es
indudable que Alzedo la leyó, y también posible–
meme haya sido parte de las raíces ideológicas
del maestro, porque en el mencionado texto se
presema a los conquistadores españoles como
una horda de facinerosos y ambiciosos por el oro
que solo trajo el oscuramismo e ignorancia al
Imperio de los incas y caracteriza a la sociedad
del Imperio Inca en los términos siguiemes:
Ts
un pueblo laborioso, ocupado siempre, sadsfe–
cho de su equidad misma, seguro de su dicha,
simple
y
dulce, sin ambición, sin envidia, exento
de nuestras necesidades fantásticas
y
de nues–
rros vicios refinados; amigo del orden. que no es
otra cosa más que el bien público distribuido en–
tre todos''.
(Tomo I pag.12).
Sin embargo. establece grandes excepciones en–
tre los extranjeros que vinieron a las tierras de
los incas, carnet el padre jesuita Bartolomé de Las
Casas y el capitán español Alonso de Malina: el
primero denunciando sin tapujos las atrocidades
de los fanáticos religiosos y el segundo siguien–
do los ideales nobles de los grandes empera–
dores. la justicia y la verdad, motivo por el cual
Malina se puso de lado del inca Atahualpa en su
lucha contra las huestes españolas.
Sobre este último personaje discurre una trágica
historia de amor porque se queda totalmente im–
presionado ante la hermosura de ·cara" una de
la tres vírgenes consagradas al Templo del Sol
Posteriormente ocurre un hecho fatal: una mon–
taña que estaba en erupción pone en peligro la
vida de Cara: en ese instante Alonso la prote–
ge, pero también es el momento en que ella se
entrega al amor de él y fruto de ese encuentro
Cara queda embarazada. comenéndose según
los soberanos incas un acto sacrílego. Mas Alon–
so se redime con las siguiemes palabras: "iQue
el Sol fuente de fecundidad, por quien todo se
reproduce. haría un crimen del amor. cuando el
mismo amor no es sino. una emanación de este
astro que nos anima'' (pág. 101 Tomo II).
Alzedo en dicha composición recrea esta his–
toria de amor poniéndole el título de "La Cara"
mismo que no existe en la obra
d~
Marmomel
Posteriormente. el dramaturgo O. Ramón Fran–
cisco Valdez. en el año de 1841. lo convierte en un
drama histórico. corno se puede apreciar en el
presente programa.
HAltANA.
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de
Ba'l'cina, calzada
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18,11.
Portada de obra teatral [184 1]
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