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Cuan~o
senda mejor seguir le ordeno;
Mas nunca puedo, aunque en verdad lo trato,
I-l.A.CJrn. HOMBRE
DE
BIEN AL HOMBRE INGRATO.
MIGUEL
.A..
PRÍKCIPE.
El
niño huérfuno.
Estrofas de cinco ·rnrsos endecasílabos.
Ved
a
ese niño en cuyo rostro hermoso
Brilla fa paz de
la
inocencia pura,
Sin que pertmbe su infon til reposo
:Ni del pesar el grito doloroso,
Ni la mas leve sombra de amargura.
Dormido está ; ni pena ni tormento
Dentro del pecho caudoroso esconde:
Vedle reir; quizá en este momento
De su pcrdjda madre al ti emo acento
Con sn sonrisa anj elicnl responde.
Dejad que duerma i el destino aciago
No le mo treis que a su existir va unido...
Solo en el mundo, apenas ha nacido...
Dejad que goce el maternal habgo
Que solo puede disfrutar dormido.
l\lf
afíana al despertar,' su desventura
Harto Tereis en su llorar prolijo.
¿
Oué mujer en el mundo la dulzn:ra
Podrá suplir
i
el beso de ternurn
Con
qu~
muestra su amor la madre al hijo?
l\fafiana, sí, con todo i su inocencia
Conocerá lo cruel de su fortuna:
I el infeliz al demandar clemcncja,
La primer gota probará en la cun a .
De
la
hiel que destila en sn existencia.
En ·nno buscan\ deshecho en llanto,
Entre mil j entes a su mal estraños,
Una madre qno ampare sn quebranto;
},1ujeres -rer{t, sí, mas ni una en tn.nto,
Hijo, lo lla:nará de sus entrañaíil. .
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