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DE SAN AGUSTIN.
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Dios~
Cómó es que tengo en sola mi
alma el apetito de este deseo ,
y
no
tengo el mismo
deseo~
O cómo pue–
den ser estas dos cosas diferentes,
y
no una
sola~
Para qué apetezco de–
sear las justificaci9nes, y no ' apetez–
co con maror razon las justificacio–
nes mismas que su
deseo~
O de qué
manera podré apetecer el deseo de
I
las justificaciones ,
y
no apetecerlas
á
ellas , siendo así que apetezco su
deseo porque deseo
tenerlas~
y si es–
to es así , ya las deseo.
Pue~
para
qué es apetecer el deseo de ellas si
ya
lo tengo ,
y
experimento que lo
tengo~
porque no puedo apetecer el
deseo de la justicia sino apeteciendo
la misma justicia. Será esto lo que
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