PROLOGO.
ta declarar.
Tal
vez porque huyo este escollo, havrá quien
diga que doi en
el
opuesto
;
y que en nú traduccion uso afec–
tadamente de alguna voz Española ya antiquada. Si se
creyese afecta.clan
,
la misma notaron muchos en Salustio
1•especto de las voces Latinas.
Y
<jala que con esto abriera
yo camino a nuestros Esc1'itores
,
aniantes de la rique–
za y propriedad de su Lengua
,
para que hiciesen lo mismo,
y
poco a poco le restituyesen aquella su nobleza y magestad
que tuvo en sus mejores tiempos. No puede verse sin dolo1',
que se dexen cada dia de usar en España muchas palabras
proprias, ene1
1
gicas
,
sonoras, y de una g1'avedad ininúta–
ble; y que se admitan en su luga1' otras, que ni por su ori–
gen, ni por la analogia, ni por la fue1'za
,
ni po1• el soni–
do
,
ni por el numero son recomendables
;
ni tienen mas gra–
cia que la novedad.
Para mayor exactitud en la traduccion
,
he procurado
seguir no solo la letra, sino ta1nbien el orden de las pala–
bras
,
y la economiay distribucion de los periodos
:
dividieti–
dolos como Salustio los div ide
,
en quanto lo permite el senti–
do de la oracion , y el genio del Idioma. De sue1'te que en
muchos de ellos, si se cotejan
,
se h !Zara la niisma es–
t1'uctu1•a, y los núsmos apoyos
y
descansos con que se sos–
tiene y suaviza la pronunciacion.
R econociendo quan dificil es hallar un texto puro de
'Salustio, he escogido una Edicion acreditada, qual es la
de los Elze-..;·irios de L eyden del año
1
6
3
4
;
y
la he seguido,
sino en uno u ot1·0 luga1'
,
en que nianifiestamente esta viciada.
El Indice de todos puede verse al fin
,
y
en las Notas los
1110-