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Discurso
III.
aunque nada refiera sino por meras conjetu...
-ras , tomadas no obstante de la relacion de los
Sacerdotes de estas Deidades , de quienes pudo
informarse ,
y
de
escritos que en su
tiempo·
corrian , junto con el buen juicio de su inter–
prete_, tiene mayor probabilidad , que ·quanto
hoy en tiempos tan distantes se discurra. To•.
maremos de este Escritor lo que convenga
a
una clara .narrativa ,
y
explicacion ·, omitiendo
aquello que pueda confundirla.
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Si en lo que se refiera debemos observar
algun metodo, ninguno mejor que tomar de
SU
principio la fabula. Rhea,
y
el Sol se amaba.n mu–
tuainente; mas·Saturno
tuVO'
modo de disfrutar
sus favores. ·No se ocult6 ·este trato · al Sol;
quien en venganza profirio sentencia contra
~hea
;
que
no pariera en mes, ni en afio. Ter-!o
rible sentencia, en virtud·de la que debia Rhea
estar perpetuamente prefiada ' sin poder dar
a.
luz .sus conceptos. Mercurio merecio de Rhea
los mismos favores,
y
en la astucia,
y
habilidad
de este hallo el modo de evitar
la
maldicion del
Sol. Se componia en Egipto el afio de trescien–
tos sesenta dias, que completaban cierto mime–
ro
de meses' en ninguno de los que podia pa–
rir
Rhea. Como el Sol comunica
SU
luz
a
la.
Luna,