364
·
Discurso IV.
agua , era
un
verdadero poseso :
se
infiere de
las palabras con que el Salvador lo restituyó
á
sanidad. Por todas partes freqüentemente se
ven hombres ,
y
mu"geres expuestos á tales ac-4
·cidentes :
¿
dirémos por tanto que
estan
poseí–
dos del demonio
?
Ciertamente - nuestros Mé-–
<licos ,
aunque no curen
á
ninguno de
los
con--
·firmados en es~e mal , no - lo di,cen ; antes
-bien ~odo..--lo atribuyen
á
causas -n~turales. Si,
como
es ..
innegable , hay enfermedades
de
este calibre . , debemos confesar tambien que
hay posesiones _
del es·píritu de
la maldad, que
s~ eqti:ivocá!n
,·.co.n-
enfermedades -;
-y
que hay
-e-nfermedades
~
qtle_.
·se ..
1
equi
v-ocai1.·
con
posesio–
nes del · enemigo
ma!igno..,
§:'
.IIJ. ,
r ·· .
94 ·Pero- qué , si
es libre
á
los,
demonios
iqtroducirse en los
cuerpos,¿
cómo siendo tan•
tos en
número
los espíritus .
infernales ,
no hay
n1as
posesos
?
¿Por qu,é abundan
en
_.ciertas. re~
g-iones ,,
y
Provincias ma·s
que
en
_otras,
y
es
mayor el número. , segun ~se dice, donde hay
mas Exorcistas ,
ó
personas que se dedican al
exercicio
de
conjurar
-enae~orifados?
Re"spon–
do
á
lo .
primero '
que los demonios por sí .
po-