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Discurso IV.
no habria
poco
inconveniente
en
afirmar que el
Altísimo
crió
desde su origen
unas
criaturas
1nalas ,
y
perversas .,
tales como son los
demo~
nios
destinados
á
los eternos suplicios. Esto
pa~ ·
r.ece desdecir de la bondad infinita del Señor;
y
por consigui<!nte
debemos
afirmar, que
los
Angeles
1nalos
no .
son
de
su
propia naturaleza
criaturas malas ,
y
perversas , sino que ellas
· mismas se pervirtieron por el abuso de su
libre
albedrío ,
y
se .hicieron dignas de
los
males que
,>iguieron
á
su pecado (
1 ).
3
6
Como· mas conforme_
á
la
razon ,
Es–
·critu
ra ,
y
comun sentir de , los Padres ,
debe-
1nos
decir ,
que
todos los Angeles
fueron cria–
dos en estado de
merecer", segun el buen ·uso
de su
libre albedrio, la gloria :
todos
fueron en
ver•
imarentur habuisse.
B. Hilar. cap. 5-.- in Matth.
( r) Hos , inquam , nos nequaquam ab initio malos fuisse
a
Deo universorum creatos perhibemus ; neque talem sortitos
1aturam fuisse ,
sed
vitio voluntatis
a
melioribus
ad
pejora
~orruisse.
Cum enim
datis
sibi
muneribus contenti non essent,
.ed al
ti
ora appeterent , sup_erb_i~ labem contraxisse , .
&
digni–
ate qua honestati ab initio fuerant, excidisse.
Theodoret. Serm•
.
de Angel.
Ipsi
qooque
Angelici spiritus mutabiles ex natura
1nt
conditi ,
quatenus
aut sua sponte caderent, aut ex ar–
b itrio extarent. Sed quia humiliter ei inh~rere ,
a
quo creati
sunt , hanc ipsam in se mutabilitatem suam standi jam
irnmu–
tabilitate vkerunt.
B. Gregor.
tib.
2¡. Moral. n.
11.