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seis de creer en mí , ni se resfríe
vuestra
F
é. Para compr,ehender este
segundo convencimiento del Espi–
ritu Santo., se necesita saber que la
justicia christiana viene de la
F
é,se–
gun la sentencia del Profeta ; repe–
tida tres veces por San Pablo :
El
justovive
de
Fé;y
que la prueba mas
Heb.
1 1 •
4 •
acendrada de la
F
é , es creer lo que
Rom.
1. 1
7 •
no
~~
vé. En tanto que Jesu-Christo
Gal.1
1 1.
IJ.
anduvo por el t;imndo , su presencia
sob~tenia
la
F
é de sus Discipulos:
Hebr • x ..
5
8•
luego que le prendieron ., se desva-
neció su
F
é,
y
los ue atites .creían
en el como Redentor de
Is
aél , em-
pezaron
á
decir con frialdad:
Noso-
L
b
h
.
,..J
l'
UCe XX l V.
fOtros espera amos
que avza ue
z-
2 1 •
hrar
á
Israél;
como si digesen,aho-
ra hemos perdido las esperanzas, sa-
biendo su suplicio: en que dán
á
entender,que murió con
Jesu~Chris-
to la.
F
é de los Apostoles; pero des-
pues de su gloriosa Ascension
á
los
Cielos, abrazaron, y adhirieron con
mas constancia ,
y
perfecci on á la.
Persona ,
y
doB:rina de
su
Maestro~
F
4
que